Cualquiera que haya experimentado la obra de Dios de los últimos días a lo largo de los últimos años ya sabe que la humanidad ha sido profundamente corrompida por Satanás y que no tiene en absoluto la semejanza de un ser humano real. No posee la conciencia y razón de los seres humanos, cree en Dios pero lo engaña y sirve a Dios pero se resiste a Él.
Todo lo que la humanidad corrupta hace resiste a Dios. Las personas frecuentemente mienten, estafan, fingen, actúan con indiferencia, engañan voluntariamente, se quejan de Dios y lo traicionan. Simplemente no ves personas obedeciendo verdaderamente a Dios, no las ves practicando la verdad, no las ves siendo leales a Dios y, además, no las ves teniendo un amor genuino por Dios. Esto muestra que las personas creen en Dios pero no se arrepienten verdaderamente. Todas ellas son hipócritas que se involucran en rituales religiosos para engañar a Dios. Tan pronto como la obra de Dios no se conforma a sus conceptos, la juzgan y desobedecen y se resisten a Dios continuamente. Incluso si se consagran a gastarse por Dios, es con el fin de recibir bendiciones. Cumplen sus deberes completamente en base a sus propias intenciones, actúan con indiferencia para engañar a Dios y no obedecen verdaderamente, mucho menos son conscientes de las intenciones de Dios. Cuando son podadas o tratadas, incluso se niegan a aceptarlo en su corazón y buscan razones para contraatacar, juzgar, desobedecer y resistirse a Dios. Incluso están en desacuerdo con hechos obvios y lo que dicen está lleno de falsedades. Al mismo tiempo, también intentan limitar a otras personas para que no digan ni revelen la verdad porque temen que sus actos malvados sean revelados y que ellas sean eliminadas de la casa de Dios. Incluso si cumplen un poco de sus deberes para la casa de Dios, es porque están compitiendo por una corona y porque fantasean acerca de ser recompensadas por Dios. Es obvio que la profundidad de la corrupción de la humanidad ha alcanzado un grado irrazonable. Que una humanidad corrupta que desobedece y se resiste tanto a Dios y tiene tan poca humanidad, aún esté esperando estúpidamente ser llevada al cielo, es el chiste más grande del mundo. Si las personas realmente tienen aún una conciencia, ¿por qué no se dan cuenta entonces de que tal corrupción aún existe en su creencia en Dios? ¿Pueden ser salvadas las personas que no conocen en absoluto a Dios y, además, no pueden obedecer a Dios? ¿Pueden tales personas ser llevadas al reino de Dios? ¿Es así de fácil entrar en el cielo? Si todas las personas que no conocen en absoluto a Dios, se resisten y condenan la obra de Dios, y las personas que después de oír a Dios expresar la verdad lo clavan de nuevo en la cruz y están llenas de conceptos hacia Dios e incluso blasfeman contra Dios, si todas ellas pudieran ser llevadas al cielo, ¿dónde está entonces la justicia de Dios? ¿Dónde está la santidad de Dios? Las personas creen en Dios pero no se arrepienten verdaderamente y, aun así, esperan entrar en el reino de Dios. Esto es completamente típico de las extravagantes aspiraciones e ilusiones de la humanidad corrupta. Toda la comunidad religiosa está esperando que sus deseos se cumplan y eso es demasiado irrealista.
¿Qué es realmente el arrepentimiento verdadero? ¿Piensan las personas que se están arrepintiendo siempre y cuando crean en Dios, no beban, no apuesten, no sean promiscuas, no les peguen ni maldigan a las personas, no hurten ni roben y no maten ni se venguen? ¿Piensan las personas que se están arrepintiendo siempre y cuando crean en Dios, cumplan su deber y se gasten a sí mismas por Dios? ¿Piensan las personas que se están arrepintiendo siempre y cuando no roben las ofrendas o no codicien el dinero de la casa de Dios? ¿Piensan las personas que se están arrepintiendo siempre y cuando puedan aceptar la obra de Dios de los últimos días y no traicionen, no se resistan abiertamente ni blasfemen a Dios? Si las personas piensan realmente que el arrepentimiento es así de fácil, entonces han ido completamente en contra de las intenciones de Dios y están gravemente equivocadas. Cuando Dios pide a la humanidad que se arrepienta, está refiriéndose a que nos liberemos del pecado y de nuestro carácter corrupto y que vivamos entonces como verdaderos seres humanos. Mostrar un poco de entusiasmo por Dios no representa arrepentimiento verdadero, como tampoco lo hace el servir a la casa de Dios con la intención de conseguir algún tipo de compensación. Cualquiera que desobedezca y se resista frecuentemente a Dios no se ha arrepentido verdaderamente. De hecho, no hay ningún creyente que pueda obedecer verdaderamente a Dios, serle leal y, además, amarlo verdaderamente, adorarlo y apartarse del mal. Ni siquiera es fácil encontrar una persona honesta que pueda cumplir sinceramente sus deberes y no actuar con indiferencia hacia Dios. El arrepentimiento verdadero se refiere a convertirse en una persona nueva. Si la humanidad corrupta puede ser salvada sólo creyendo en Dios y llevando a cabo unas pocas buenas obras, entonces Dios no necesitaría realizar Su obra de juicio y castigo de los últimos días. Ninguno de los diversos comportamientos de los creyentes actualmente se pueden considerar como arrepentimiento verdadero, porque todos los que creen en Dios aún mienten para embaucar a Dios y llevan a cabo sus deberes con indiferencia para engañar a Dios. Incluso están en desacuerdo con hechos obvios, se involucran en lasofistería, tienen intenciones engañosas hacia Dios, desobedecen y se resisten a menudo a Dios, no se someten verdaderamente a Dios y están en riesgo de traicionar a Dios en cualquier momento. ¿Cómo podría ser eso arrepentimiento verdadero? El arrepentimiento verdadero debe empezar siendo una persona honesta. Sólo eso se conforma a los requisitos de Dios, porque sólo una persona honesta tiene una humanidad normal y una persona debe estar equipada con humanidad normal para ser capaz de vivir ante Dios, servir a Dios apropiadamente y cumplir apropiadamente su deber como ser creado. Por tanto, los seres humanos corruptos sólo pueden arrepentirse verdaderamente si se convierten en una nueva persona y sólo siendo una persona honesta se puede ella arrepentir verdaderamente. Esto se conforma completamente a las intenciones de Dios.
Ser una persona honesta es la demostración más fundamental de arrepentimiento. Cualquiera puede lograrlo mientras esté dispuesto a trabajar duro para buscar la verdad y aceptar ser juzgado, castigado, podado y tratado por Dios. Ser una persona honesta es el requisito mínimo para creer en Dios con éxito. Si una persona ni siquiera puede ser honesta, no tendrá esperanza de ser salvada. Judás, que vendió a Jesús, fue una persona muy engañosa que continuamente robaba al Señor y se aprovechaba de Él. Así que el Espíritu Santo lo entregó a Satanás y él se convirtió en el traidor que traicionó al Señor y fue maldecido. Una persona que cree en Dios pero no se arrepiente verdaderamente, definitivamente no puede ser salvada. Debes entender qué es el arrepentimiento verdadero. Si una persona que empieza a creer en Dios hace algunas buenas obras como un gesto simbólico, eso sólo muestra que tiene un poco de sinceridad en su fe, pero no puede representar arrepentimiento. El arrepentimiento verdadero se refiere a convertirse en una nueva persona. Sólo siendo una persona honesta se puede ser aceptado por Dios, mientras que el cambio en el carácter vital es el resultado final de la obra de Dios. El cambio de personalidad y ser el tipo correcto de persona pueden lograrse completamente por medio del esfuerzo, o al menos se puede lograr algún cambio y alcanzar el estándar mínimo de Dios. Por ejemplo, algunas personas son muy violentas con su cónyuge y le golpean siempre que quieren. Esto puede cambiarse. Algunas personas no tienen paciencia cuando enseñan a sus hijos y son frecuentemente violentas con ellos. Esto también puede cambiarse. Algunas personas engañan a menudo a los hermanos y hermanas de la iglesia diciendo cosas falsas e hipócritas y no pueden llevarse bien con ellos normalmente. Esto también puede cambiarse.
El arrepentimiento verdadero es abandonar compotamientos erróneos y renunciar a la carne para practicar la verdad. Podemos cambiar definitivamente nuestros comportamientos pasados de decir siempre cosas agradables y engañosas a Dios, de engañar y mentir a Dios y de siempre llevar a cabo nuestros deberes con indiferencia para embaucar a Dios. El arrepentimiento es abandonar comportamientos incorrectos y tratar a Dios con la conciencia y razón de una persona normal, justo como las que Abraham y Job tuvieron. Por supuesto, ser una persona completamente honesta requiere realmente algunos años de trabajo duro. Si buscas convertirte en una persona honesta pero ni siquiera puedes alcanzar el estándar de ser un ser humano, entonces no te has arrepentido verdaderamente y no hay posibilidad de que seas salvado. La mayoría de las personas han creído en Dios durante muchos años, pero no han logrado mucho cambio y siguen siendo básicamente personas corruptas que pertenecen a Satanás. No son muy diferentes de los incrédulos, están llenas de mentiras y engaño y no pueden llevarse bien con las personas normalmente. La única diferencia es que ellas dicen que creen en Dios. ¿No es ese el mayor acto de engaño hacia Dios? Creer en Dios pero no ser una persona honesta es sin duda engañar a Dios y seguir resistiéndose a Él. ¿Cómo se podría permitir que una persona así sobreviviera? En la Era de la Gracia se decía a menudo que sólo alcanzando el nuevo nacimiento por medio del arrepentimiento verdadero se puede entrar en el reino de Dios. La obra de Dios de los últimos días es para cumplir este hecho. Sólo las personas honestas pueden ser salvadas y perfeccionadas por Dios. Creer en Dios y ser salvada no tiene que ver con qué deber cumple una persona o con su calibre, ni con el nivel de liderazgo en el que se encuentra. Si una persona no puede ser honesta, no puede ser salvada y será sin duda eliminada. Esto se debe a que Dios sólo salva y perfecciona a las personas honestas. No hay otra opción si quieres ser salvado y perfeccionado por Dios. Tienes que ser una persona honesta. Es la única senda para ser salvado. Si no puedes ser una persona honesta, entonces estás destinado a ser un creyente frustrado. Sólo ser una persona honesta es arrepentimiento verdadero y te permitirá ser salvado y hecho completo por Dios. No hay duda sobre esto.
La obra de Dios de los últimos días es la obra de salvar y cambiar a la humanidad. A través del juicio, castigo, poda y trato con la humanidad, Dios pone la verdad en ella. Sólo cuando la humanidad entienda la verdad a través de las palabras de Dios podrá ella empezar a ser purificada y cambiada, y pasar a ser salvada y perfeccionada. Durante la obra de Dios de salvar a la humanidad, Él ha pedido a las personas que sean honestas en varias ocasiones. Esto tiene relación directa con salvarlas y perfeccionarlas. Después de ser corrompidos por Satanás, los seres humanos han perdido completamente su humanidad normal, y su conciencia y razón también han desaparecido totalmente. Su corazón se ha vuelto cada vez más engañoso, su boca está llena de mentiras y son motivados por la ganancia personal. No tienen honor, se aprovechan los unos de los otros y se han puesto en guardia contra los demás. Todos sus pensamientos e ideas son malvados y han perdido completamente la semejanza de seres humanos correctos. Estas personas no pueden ser cambiadas por ninguna ley o educación. Las personas han sido corrompidas por Satanás hasta el extremo, un problema que ellas no pueden resolver por sí mismas. Sin la retribución ni el castigo de Dios para controlar su corrupción, la humanidad habría puesto al mundo entero patas arriba hace mucho tiempo. Antes de destruir a la humanidad corrupta, Dios está llevando a cabo Su obra de los últimos días para salvar a algunas personas que pueden ser salvadas. Estas son las personas honestas entre quienes creen en Dios o, como mínimo, personas que obedecen verdaderamente a Dios y no engañan a Dios. Sólo tales personas pueden aceptar genuinamente el juicio y castigo de Dios, Su poda y trato. Sólo ellas pueden obedecer la obra de Dios, aceptar las diversas clases de pruebas y refinamientos y estar completamente a merced de Dios. Independientemente de lo que Dios haga o diga, ellas son capaces de aceptarlo y someterse a ello. Una persona sólo puede tener una fe verdadera en Dios siendo una persona honesta. Sólo siendo una persona honesta puede ser hecha completa, ser ganada por Dios y entrar en el reino de Dios al final. Esto es completamente razonable y refleja plenamente la imparcialidad y la justicia de Dios.
¿Qué es una persona honesta? Dios dijo: “Honestidad significa dar vuestro corazón a Dios; nunca jugarle falso en nada; ser abierto con Él en todas las cosas, nunca esconderle la verdad; nunca hacer cosas que engañen a los de arriba y a los de abajo por igual; y nunca hacer nada simplemente por congraciarse con Dios. En pocas palabras, ser honesto es abstenerse de impurezas en vuestras acciones y palabras, y no engañar ni a Dios ni al hombre. Lo que hablo es muy simple, pero es doblemente arduo para vosotros”. Las palabras de Dios acerca de ser una persona honesta son muy claras. Pueden parecer simplemente unas pocas frases simples, pero son extremadamente difíciles de llevar a cabo en la práctica. Esto sólo muestra cuán profundamente ha sido corrompida la humanidad; ella ni siquiera puede vivir a semejanza de seres humanos correctos. Si no me crees, intenta simplemente ser una persona honesta y descubrirás cuán engañosa se ha vuelto la humanidad corrupta. Sólo siendo una persona honesta puedes simple y abiertamente hablar de forma honesta, buscar la verdad de los hechos hablando y haciendo cosas, dar tu corazón a Dios, así como obedecer y adorar verdaderamente a Dios. Sólo tal persona es alguien que se ha arrepentido verdaderamente. Todas las personas que han experimentado la obra de Dios saben que Dios no puede ser burlado y que el carácter de Dios no permite ofensa. Si no eres una persona honesta entonces no puedes ser aceptado por Dios y, además, no puedes servir a Dios. Si no eres una persona honesta entonces sólo engañarás y resistirás a Dios, e incluso servir a Dios sería demasiado peligroso para ti. Si no te arrepientes verdaderamente, serás eliminado finalmente. Por tanto, “¿Cómo se debería experimentar y entrar en ser una persona honesta? Alguien que practica ser una persona honesta debe comenzar por entrar en ella desde cuatro aspectos. Primero, el aspecto principal es la entrada por medio de la oración; segundo, la entrada por medio de hablar la verdad y abandonar las mentiras; tercero, la entrada por ser capaz de ser leal a Dios en cumplir el deber propio; cuarto, la entrada por medio de darle el corazón propio a Dios. Aquellos que son capaces de llevar a cabo estos cuatro aspectos de la entrada y cumplen las demandas de Dios son personas honestas. Todos los cuatro tipos de entrada son importantes. No se puede omitir ni uno. Siempre y cuando pueda continuar sin claudicar, cualquiera que lo intente sólo necesita el esfuerzo de dos o tres años antes de obtener buenos resultados. Al lograr resultados preliminares, esas personas pueden adquirir alguna humanidad normal y alcanzar la semblanza de un humano. Y después de ser perfeccionadas serán personas completamente honestas. En ese momento habrán adquirido una humanidad completamente normal, serán capaces de adorar a Dios sinceramente, serán capaces de obedecer a Dios, de tener reverencia por Dios y ya no serán engañadas ni corrompidas por Satanás. ¿No son éstas personas perfeccionadas?
Ser una persona honesta requiere principalmente entrar en los siguientes cuatro aspectos:
Primero, debes ser una persona honesta en la oración. Esta es la puerta de entrada. Es más fácil ser una persona honesta en tus diálogos con Dios, porque todas las personas que creen verdaderamente en Dios tienen algún temor de Dios en su corazón y sienten alguna limitación, así que es más fácil decir la verdad. Por tanto, si puedes lograr un avance en tus oraciones, es más fácil obtener la entrada de forma efectiva. Todo el mundo sabe que la humanidad corrupta miente demasiado, hasta el punto de que cada frase hablada es exagerada, por lo que no puede negarse que sus oraciones y diálogos con Dios también están llenos de mentiras y engaño. Por ejemplo, las personas dicen muchas cosas buenas cuando oran pero no las practican en la vida real; esto es engañar gravemente a Dios. Cuando las personas oran, dicen a menudo que se consagran a Dios, pero realmente aún hacen lo que les place y actúan como su propio amo; esto es engañar gravemente a Dios. Cuando las personas oran, dicen a menudo que son corruptas, que desobedecen y resisten a Dios y que pertenecen a Satanás, pero cuando llega el momento se niegan a admitirlo pase lo que pase; esto es engañar gravemente a Dios. Cuando las personas oran, están llenas de alabanza y cántico para Dios, pero cuando les sobrevienen las pruebas, están llenas de quejas e incluso niegan, juzgan y blasfeman a Dios; esto es engañar gravemente a Dios. Cuando las personas oran, dicen cualquier cosa que suene bien en aras de lograr su propósito, pero en la práctica sólo piensan en ellas mismas y no tienen a Dios en su corazón; esto es engañar gravemente a Dios. En pocas palabras, cuando las personas oran, están llenas de mentiras e intenciones engañosas. Podrías decir que todas las personas son infractoras expertas y habituales en mentir a Dios; todas son auténticas estafadoras. En base a las diversas formas engañosas de la humanidad ante Dios, déjame preguntarte: ¿Tiene la humanidad alguna sinceridad en absoluto hacia Dios? ¿Hay todavía personas honestas en el mundo humano? ¿Tiene aún algún miembro de la humanidad la conciencia y razón de una persona normal? Si una persona aún puede ser tan engañosa y mentir a Dios, ¿será capaz de ser honesta y genuina hacia otras personas? Que una persona pueda o no orar sinceramente a Dios es muy revelador. Las personas engañosas no tienen la obra del Espíritu Santo porque no oran sinceramente a Dios. ¡Demasiadas oraciones a Dios son astutas y engañosas! En consecuencia, ser una persona honesta empieza con ser una persona honesta en la oración. Esto es lo más apropiado. Por tanto, ¿cómo se debe practicar esto? Primero, ora a Dios y promete: “Oh Dios, he sido corrompido muy profundamente por Satanás y me he convertido en alguien que miente a menudo, justo como los demonios. Incluso cuando oro a Ti, miento frecuentemente para engañarte. Te juro hoy que si uso de nuevo mentiras para engañarte, me someteré a Tu disciplina y castigo severos. Estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo. ¡Estoy decidido a convertirme en una nueva persona y en una persona honesta que se conforme a Tus intenciones, alguien que pueda obedecerte y adorarte verdaderamente!”. Después de hacer este juramento a Dios, empieza a practicar y a entrenarte para decir la verdad y lo que haya en tu corazón cuando ores a Dios. Ora a Dios basándote completamente en las necesidades de tu corazón y ora siempre que sientas que debes hacerlo. La oración debe venir espontáneamente del corazón y ser lo que el corazón necesite. Ora sólo en estos momentos. La oración debe reflejar lo que estés sintiendo en tu corazón y pedir por las necesidades que tengas en tu corazón. Esta es la manera natural de orar, tan real y práctica como la vida cotidiana, sin ninguna falsedad ni fingimiento. Procede completamente de comer y beber regularmente las palabras de Dios. Como tales oraciones contienen las necesidades de la persona, ella puede orar a Dios de forma natural con honestidad y decir todo lo que hay en su mente. Todo lo que tiene que hacer es simplemente abrirse a Dios y decirle todo lo que hay en su corazón. Si no tienes nada que decir, entonces no inventes nada o no juntes algunas palabras. Orar a Dios no es escribir un ensayo; a Dios no le importa si las oraciones son largas o cortas, sólo que sean honestas y vengan del corazón. Cuando Dios escucha las oraciones de las personas, sólo le importa que las mismas sean genuinas, sin falsedades ni impurezas. Dios desprecia en gran manera las oraciones falsas, hipócritas y engañosas de las personas. Cualquier oración que no venga del corazón se considera como mentiras y falsedades cuya intención es engañar a Dios. Cualquiera que se muestre indiferente o que intente engañar a Dios en la oración es una persona engañosa.
Ante Dios, cualquiera podría tener la audacia de alabarse a sí mismo e intentar engañar sin vergüenza alguna a Dios. Esto muestra que las personas no conocen a Dios; es como si estuvieran tratando con un Dios que no existe. ¿Cómo podría catalogarse a tales personas como pueblo de Dios? Sólo Satanás y los demonios se atreven a engañar descaradamente a Dios ante Él. Por tanto, todos los que emplean falsedades y mentiras para engañar a Dios durante la oración no son personas honestas. Han perdido completamente la conciencia y razón de una persona normal. Lo que las personas manifiestan en la oración es precisamente la expresión del diablo Satanás, pero ellas no son conscientes de esto en absoluto e incluso piensan que son bastante piadosas, que viven completamente ante Dios y no engañarían en absoluto a Dios. Evidentemente, el engaño de la humanidad a Dios se ha convertido en su hábito natural y en parte de su naturaleza. Cuando las oraciones de las personas a Dios son analizadas, todas ellas se dan cuenta de lo patéticas que se ven. De lo contrario, todo el mundo pensará que son bastante buenas y no sentirán ninguna vergüenza. La mayoría de las oraciones de la humanidad corrupta son de la naturaleza de engañar a Dios. Ahora analizaré los diversos tipos de oraciones siguientes: un tipo de oración es cuando las personas se encuentran con problemas y necesitan pedir algo a Dios. Necesitan a Dios y no tienen otra elección que pedir a Dios, así que oran a Él para formular un deseo y consagrarse a Él y dicen un montón de palabras de alabanza. Después, es como si nunca hubiera pasado nada. ¿No es tal “devoción” engañar flagrantemente a Dios? Otro tipo de oración es cuando las personas no van al grano o tratan de esconder su verdadero ser y aparentan ser más de lo que son. Es como si estuvieran buscando las bendiciones de Dios porque se conforman con las intenciones de Dios en todo lo que hacen. Este tipo de oración es meramente auto-admiración y es un intento de sacarle bendiciones a Dios. Un tipo adicional de oración es cuando una persona ha sido irresponsable en el cumplimiento de su deber y es tratada, por lo que derrama sus quejas ante Dios. Ella hace todo lo posible para poner excusas, finge y echa la responsabilidad sobre los demás. Es como si no fuera culpable en absoluto; está totalmente explicándose a Dios, argumentando su salida de la situación, pero resistiéndose aún a Él. Otro tipo de oración es cuando alguien siempre se justifica a sí mismo, alardea en la oración y cuenta a Dios todo su sufrimiento y la obra que lleva a cabo para la casa de Dios. Es como si esta persona sintiera que es merecedora de un inmenso mérito y estuviera pidiendo a Dios que la recuerde. Tales oraciones son como intentar registrar puntos de mérito para sí misma; teme que Dios olvide y perder la bendición de Dios. Hay un tipo más de oración, la cual tiene lugar cuando una persona no practica habitualmente la verdad ni busca las intenciones de Dios cuando le ocurren cosas. Ella no obedece en absoluto a Dios, pero siempre da palabras vacías de alabanza a Dios y dice cosas sin sentido en sus oraciones. Estas oraciones son totalmente hipócritas y son intentos de engañar a Dios. Las oraciones que entran en estas diversas categorías revelan completamente la astucia y el engaño de la humanidad. Todas estas son oraciones que, sin duda, intentan engañar, embaucar y resistir a Dios. Simplemente no lo tratan como a Dios. La naturaleza astuta y engañosa de una persona puede verse en sus oraciones. Si una persona es engañosa u honesta puede determimarse por medio de sus oraciones a Dios. Las oraciones de una persona honesta se conforman completamente a la razón normal. Sus palabras son honestas y sin fingimiento; lo que dice es sincero y verdadero y se conforma completamente a los hechos y la realidad. Las oraciones de las personas honestas son consideradas con las intenciones de Dios y son obedientes a Dios y, por tanto, son sin duda aceptadas por Dios. Todas las oraciones de personas engañosas, por el contrario, intentan embaucar y engañar a Dios, resistirse y desobedecer a Dios, así como buscar involucrarse en transacciones con Dios. Por tanto, independientemente de cómo oren, las oraciones de las personas engañosas son despreciadas por Dios y Él nunca las aceptará. Ser una persona honesta debe empezar con las oraciones; ellas son la puerta a ser una persona honesta. Sólo siendo una persona honesta ante Dios puedes conformarte a las intenciones de Dios. Si no eres una persona honesta ante Dios ni cuando oras a Dios, entonces es imposible que puedas convertirte en una persona verdaderamente honesta. Por eso es tan importante empezar con ser una persona honesta en la oración.
Segundo, ser una persona honesta requiere la entrada en la práctica de decir la verdad y abandonar la mentira. Esta es la práctica diaria más básica. Todo el mundo tiene que hablar en la vida cotidiana y no es fácil que una persona garantice que ni siquiera una sola mentira saldrá de su boca. Todos los que están practicando para ser personas honestas saben que las personas corruptas dicen mentiras todo el día y cada día y que abandonar la mentira es realmente una cosa difícil de hacer. Lo más increíble es que las personas mienten, no porque no tengan alternativa; lo hacen inconscientemente e involuntariamente y, en casos graves, mienten en cada situación y acerca de todas las cosas. Llega hasta el espantoso alcance de que mienten siempre que abren la boca. Esto muestra que la medida en la que la humanidad ha sido corrompida por Satanás es insondable, ya que nadie cree realmente que miente tanto así. Todas las personas piensan que son muy honestas y que raramente mienten; aunque mientan, lo hacen en situaciones en las que no tienen elección y serán capaces de resolver su tendencia a mentir con un poco de práctica extra. Esa es la razón por la que nadie presta atención a este problema. Estas personas piensan: “No es un problema”. Así que actualmente, cuando una persona empieza a practicar el ser una persona honesta, tal como Dios ha pedido específicamente a la humanidad, se da cuenta de repente de la gravedad del problema. Se siente estupefacta: “¡Nunca fui consciente de cuánto mienten las personas! ¡La humanidad en verdad es muy engañosa después de todo! Parece que ser una persona honesta es realmente una lección de la verdad en la que yo debería entrar”. ¿Acaso no piensas que tú también eres muy honesto? Después de que practiques hablar la verdad y abandonar la mentira durante un tiempo, descubrirás lo que es una persona engañosa. Lo que una persona engañosa dice nunca se basa en los hechos, sino en sus propias intenciones y propósitos. Ella dirá cualquier cosa que sea provechosa para ella y que la ayude a lograr sus objetivos. Lo que dice es en aras de su propia autoestima, sus propios intereses y sus propios propósitos. Dados semejantes principios malvados y egoístas, ¿cómo no iba a haber muchas mentiras y engaño en ella? “Ahora bien, ¿cómo debemos resolver el problema de mentir? Debemos poner estricta atención a lo que decimos y comenzar desde practicar la forma de hablar basados en los hechos. Debemos ser estrictos y serios al respecto y expresar cada frase basados en los hechos. En lo absoluto podemos ir contra nuestra conciencia; la conciencia debe jugar un papel. Comenzamos por examinar de cerca cada frase que hablamos. No se permite diluir la verdad ni siquiera un poco; no se permite hablar incorrectamente; no se permite hablar sin exactitud y si lo que dices está mal debes regresar y reformularlo. Si descubres un problema lo debes decir tan pronto como sea posible: ‘Lo que acabo de decir ahora no estuvo bien y quiero repararlo y decirlo con otras palabras ahora, así que debes tomar lo que estoy diciendo ahora como correcto y desechar lo que dije antes’. Así de serio es como debes tratar lo que dices y debes comenzar a aprender cómo decir todo otra vez; no se permite en lo absoluto no ser estricto contigo mismo cuando hables. Cuando comiences a practicar esto, debes orar a Dios: ‘¡Oh, Dios! Debido a que Satanás me ha corrompido tan profundamente, me he convertido en alguien que miente todo el tiempo. Merezco ser condenado, pero Tú todavía me salvas, dejando que me arrepienta y cambie para que me pueda convertir en una nueva persona. Hoy te doy mi juramento y juro por mi vida ser una persona honesta, convertirme en una persona que dice la verdad sin ninguna falsedad. Si no me esfuerzo lo suficiente, que Tú me disciplines y me castigues’. Después comienza a practicar decir la verdad. Esto quiere decir que debes decir la verdad bajo cualquier circunstancia y ser completamente capaz de hablar basado en los hechos, basado en lo que tú mismo comprendes y lo que sabes, y debes lidiar con cada mentira, con las palabras que son falsas, con las palabras que diluyen la verdad, con las palabras que no son exactas. Debes tratar con seriedad todas las palabras que no encajen con los hechos. Es mejor reconocer esto abiertamente y tú debes revisar lo que se dijo. No importa si las palabras son correctas, son honestas mientras sientas que son palabras verdaderas y no falsedades. La cuestión de si las palabras son correctas o incorrectas aún es algo que implica el conocimiento de la verdad y es un asunto independiente.
Cuando practiques el ser una persona honesta aún tienes que ser inteligente cuando lidies con circunstancias especiales (es decir, cuando estés siendo tentado por Satanás). Esto no es contradictorio a ser una persona honesta. En circunstancias especiales, usar métodos inteligentes y hablar la verdad son dos cosas diferentes. Cuando se hable con una persona que pertenezca a Satanás, no es deshonesto retenerle la verdad aunque pudieras decirsela. Sin embargo, debes tener claro si lo que dices es adoptar conscientemente métodos inteligentes o es mentir inconscientemente. Este es el punto crucial. Debes separar las mentiras que surgen de tu naturaleza, del uso consciente de métodos inteligentes. No debes intentar encubrir una mentira intencionada fingiendo que es un método inteligente, o de lo contrario estarás siendo engañoso de nuevo. Así pues, no es una cosa fácil dejar de mentir. Cuando practiques decir la verdad debes adoptar el método de mutua supervisión. Durante los primeros días también debes registrar lo que dices. Haz una evaluación y ve qué tanto de lo que dices en un día es conversación falsa, conversación vacía, conversación que diluye la verdad, que exagera, que divaga o que son tonterías y observa qué diferencia o distinción hay con lo que dicen los niños pequeños en comparación. Cuando hayas visto completamente claro la naturaleza verdadera de lo que dices, entenderás cuán patético eres y no sentirás que eres superior. La humanidad corrupta sólo es buena en mentir, parlotear y exagerar y ni siquiera puede hablar honradamente, mucho menos honestamente. Y en cuanto a poder hablar sobre las verdades, ni siquiera se acerca a ello. Esto es suficiente para demostrar que la humanidad es muy profundamente corrupta y deficiente. Si miras todas las cosas habladas por una persona en un día, cuando sacas las mentiras y el sinsentido apenas queda nada verdadero e, incluso menos, que se conforme a la verdad y que también tenga peso. Si uno no practica el ser una persona honesta y tampoco se equipa con la verdad, ¿cuál es entonces el valor de que viva? ¿Qué vida real hay de la que hablar? Esto muestra que practicar el ser una persona honesta es extremadamente significativo. Es el primer paso hacia la vida real. Ser capaz de no decir mentiras y hablar honradamente es el primer paso para ser una persona honesta. Ser capaz de no decir mentiras implica principalmente tres aspectos: primero, orar a Dios sin mentir; segundo, conversar con otras personas sin mentir; tercero, expresar opiniones y lidiar con los problemas sin mentir. Si eres capaz de no mentir en estas tres situaciones, entonces eres una persona que habla honestamente. La mentalidad de ser capaz de no decir mentiras no puede lograrse sin dos o tres años de práctica.
Tercero, no debes actuar con indiferencia para engañar a Dios en el cumplimiento de tu deber. Los comportamientos principales de la humanidad corrupta son mentir a menudo y actuar con indiferencia para engañar a Dios. Uno es con palabras, el otro es con acciones, pero ambos brotan de la naturaleza corrupta de la humanidad. Después de que tu manera de hablar cumpla con el estándar, si puedes entonces obedecer apropiadamente a Dios, actuar de acuerdo con las palabras de Dios y no tener ninguna indiferencia o engaño en ti, entonces te habrás convertido en una persona honesta. También hay varias formas de actuar con indiferencia para engañar a Dios: primero, tomar la salida fácil haciendo las cosas solamente por inercia y no buscar resultados en el cumplimiento de los deberes es actuar con indiferencia y engañar a Dios; segundo, adoptar métodos simples y fáciles en el cumplimiento de los deberes a causa del miedo a sufrir o a afrontar el peligro y, por tanto, no lograr resultados, es actuar con indiferencia y engañar a Dios; tercero, con respecto a los problemas relativos a la verdad o a que las personas sean ofendidas, no actuar de acuerdo con los principios, no buscar la verdad para resolver los problemas sino simplemente poner excusas para restarles importancia, es actuar con indiferencia y engañar a Dios; cuarto, no tener un sentido de responsabilidad o lealtad hacia Dios en el corazón propio al cumplir los deberes y sólo hacer las cosas para las personas y los de arriba, es actuar con indiferencia y engañar a Dios; quinto, no practicar la verdad sino traicionar las palabras de Dios y no actuar de acuerdo con los requisitos de los de arriba en el cumplimiento de los deberes, es actuar con indiferencia y engañar a Dios. Estos son los cinco comportamientos de actuar con indiferencia hacia Dios en el cumplimiento del deber propio. Cuando uses estos cinco comportamientos para sopesar cómo cumple su deber una persona, serás capaz de saber si ella ha actuado o no con indiferencia para engañar a Dios en el cumplimiento de su deber. Sólo una persona honesta no actúa con indiferencia en el cumplimiento de su deber y permite a Dios estar en paz. Por eso las personas honestas no necesitan ser podadas o tratadas en el cumplimiento de su deber. Las personas engañosas no tienen en absoluto conciencia del corazón de Dios y, además, no satisfacen a Dios en el cumplimiento de su deber; siempre intentan sacar algo del mismo e ignoran los intereses de la casa de Dios con el fin de satisfacer sus propios deseos personales. Es evidente que las personas engañosas cumplen su deber sólo para sí mismas. Lo único que consideran son sus propios intereses y no piensan en absoluto en los intereses de la casa de Dios. Esa es la razón por la que las personas engañosas siempre actúan con indiferencia para engañar a Dios en el cumplimiento de su deber, provocando así el resentimiento de Dios. Después de que las personas hayan sido corrompidas por Satanás, tendrán un carácter corrupto deshonesto y engañoso por muy sinceras y amables que intenten ser, lo cual es la razón por la que todas ellas tienen indiferencia y pueden engañar a Dios en el cumplimiento de su deber. Esto es un hecho innegable. Sin embargo, quien busque la verdad puede convertirse absolutamente en una persona honesta. Los que no aman la verdad sino que aman la injusticia son personas engañosas que no pueden ser salvadas.
Nadie quiere realmente actuar con indiferencia para engañar a Dios en el cumplimiento de su deber. Todos quieren satisfacer a Dios en el cumplimiento de su deber, pero no pueden evitarlo y acaban haciendo inconscientemente cosas con indiferencia para engañar a Dios. Esto demuestra que la astucia y el engaño se han convertido en la naturaleza del hombre. Para empezar a no actuar con indiferencia y satisfacer a Dios, requiere que las personas busquen la verdad y acepten ser juzgadas, castigadas, podadas y tratadas por Dios. Sólo entonces podrán ellas entender más profundamente la esencia de su propia naturaleza deshonesta, astuta y engañosa. Sólo llegando al fondo de la cuestión de por qué la humanidad engaña a Dios, se puede entender el espantoso alcance de la corrupción de la humanidad. Si una persona engaña a sus propios padres, no pensará que es un problema muy grave. Pero si una persona engaña a manudo a Dios y actúa con indiferencia hacia Dios, entonces eso es un problema muy alarmante y debe resolverse a través de la búsqueda de la verdad para conseguir un cambio de carácter. ¿Puede una persona ser sincera con otras personas si ni siquiera puede ser sincera con Dios? Si se atreve a engañar a Dios, ¿cómo no va a engañar a otros? ¡Esto es suficiente para mostrar que la humanidad ha sido corrompida hasta un nivel aterrador! Si la humanidad puede engañar regularmente a Dios, ¿cómo podría someterse verdaderamente a Dios? ¿Cómo iba a ser leal a Dios? El engaño a Dios por parte de la humanidad demuestra que ella se ha convertido en la enemiga de Dios y que ve a Dios como algo a lo que oponerse. Las personas que engañan a Dios sin duda no tienen temor de Dios en su corazón. Las personas que engañan a Dios son, por supuesto, también los enemigos de Dios. Esta es la aterradora verdad. Si Dios no hubiera amado y salvado a la humanidad, esta habría sido destruida hace mucho tiempo.
Ahora que Dios está obrando para salvar a la humanidad, debes ser una persona honesta o no serás salvado. Si quieres estar a la altura en cumplir con tu deber, y no sólo hacerlo desinteresadamente y engañar a Dios, entonces debes resolver el problema de ser una persona honesta. Mientras cumples con tu deber, debes aceptar la poda y el trato, debes aceptar la observación del Espíritu Santo y debes hacer estas cosas estrictamente de acuerdo a las demandas de Dios. Si descubres que estás siendo superficial, ora a Dios. Si te descubres tratando de engañar a Dios, debes reconocer esta transgresión. No puedes ocultar esto, no puedes fingir, aún menos distorsionar los hechos para echarle la culpa a otros. Tienes que ser así de serio acerca de las cosas que haces y tratar cada palabra y acción tuyas en serio. Haz que tus palabras encajen con la realidad, busca la verdad de los hechos y no adornes tus palabras con ficción. Si descubres una transgresión, además de orar a Dios, también lo debes admitir abiertamente ante los demás. No te eches atrás por la preocupación de tu propia reputación. Debes enfrentar con valor los hechos. La práctica como ésta es significativa y garantiza ser beneficiosa para ti. Primero, puede aumentar tu confianza en ser una persona honesta. Segundo, te puede enseñar a no tener miedo de la humillación y a abandonar tu vanidad y amor propio. Tercero, te puede dar valor para enfrentar los hechos y para respetar los hechos. Cuarto, puede desarrollar en ti la voluntad para para ser serio con las cosas que haces. Después de practicar de esta manera por un tiempo, las personas serán mucho más honestas al cumplir con su deber, más realistas al hacer las cosas y menos farsantes. En menos de unos pocos años se volverán personas honestas que toman lo que hacen sincera y seriamente y son responsables cuando manejan asuntos. Tales personas son comparativamente confiables al cumplir con su deber y al llevar a cabo su obra. Cuando la casa de Dios hace uso de tales personas, se puede garantizar que nada saldrá mal.
Cuarto, ser una persona honesta requiere entregar verdaderamente tu corazón a Dios. Esta es la entrada más crucial para convertirse con éxito en una persona honesta. El hecho de que la humanidad corrupta maquine para su propio beneficio es determinado totalmente por su naturaleza. Ella no ha entregado su corazón a Dios ni ha dejado que Dios sea su Amo. Las personas creen en su corazón que estarán gravemente en desventaja y que atraerán mucho sufrimiento si entregan su corazón a Dios. Por tanto, las personas dan sus pasos con cuidado por su propio bien y sirven a sus propios interses porque sienten que sólo pueden confiar en sí mismas. Aún piensan que ellas son quienes mejor se tratan a sí mismas y que es mejor que ellas se cotrolen a sí mismas. Como consecuencia, creen en Dios durante muchoas años pero no logran ningún resultado. Los hechos demuestran que nadie puede caminar por la vía correcta de creer en Dios por sí mismo. Nadie puede confiar en sí mismo para deshacerse de su corrupción y servir a Dios a Su gusto. Vemos a menudo que las personas que sólo confían en sí mismas se desviarán de la senda correcta, se descarriarrán e incluso acabarán en una senda sin retorno. Esto muestra que las personas que confían en sí mismas sólo pueden fracasar. ¿No han fracasado todas esas personas incontroladamente arrogantes y terriblemente egoístas? ¿Puede alguien ser salvado por Dios sin confiar en Él? ¿Qué significa entregar tu corazón a Dios? Primero, debes reconocer que tu corrupción es extremadamente profunda. No posees la verdad y no eres capaz de controlarte, mucho menos de derrotar a Satanás o de liberarte del pecado. Si confías en ti mismo, sólo te desviarás del camino verdadero, traicionarás al Dios verdadero y te descarriarás. ¿Cómo puede una persona practicar la verdad si no la posee? ¿Cómo puede una persona caminar por la senda correcta si no hay senda? ¿Cómo puede una persona tener la semejanza de un ser humano correcto sin tener las palabras de Dios para darle vida? Por tanto, si una persona quiere caminar por la senda resplandeciente de la vida, debe entregar su corazón a Dios, aceptar la guía de Dios y Su obra, abandonar totalmente a Satanás, abandonarse a sí misma, escoger las intenciones de Dios y Sus requisitos y obedecer las palabras de Dios y los arreglos de la casa de Dios. Sólo entonces puede caminar por la vía correcta para creer en Dios y ser salvada y perfeccionada por Él. Este es el significado de entregar el corazón a Dios.
Hay varios métodos de práctica para lograr entregar tu corazón a Dios: primero, debes jurar consagrarte a Dios. Si crees en Dios, debes dejar que Dios sea tu Amo y someterte a la orquestación y a las disposiciones de Dios. Independientemente de si mueres o vives, entrégale todo a Dios, eroga todos tus esfuerzos por Dios en cuerpo y mente, obedece todas las disposiciones de la casa de Dios y haz todo lo que Dios diga. Nunca seas tu propio amo de nuevo y sométete completa y exhaustivamente a Dios. Segundo, entregar tu corazón a Dios no es simplemente entregar a Dios el control de tus deberes y de las cosas que sirven a Dios. Cosas como tu senda futura, los objetivos que debes buscar, las decisiones matrimoniales y familiares, así como tu estilo de vida, todo eso debe ser también controlado por Dios. En otras palabras, debes entregar a Dios todas las decisiones importantes de tu vida. Aunque tengas el permiso de Dios, debes escoger de acuerdo con las intenciones y requisitos de Dios y no debes seguir las tendencias del mundo o tus propios deseos. En su lugar, satisfacer a Dios y conformarte a las intenciones de Dios deben ser tus prioridades. Tercero, entregar tu corazón a Dios significa buscar las intenciones de Dios en todas las cosas y hacerlo todo de acuerdo con las palabras de Dios. Este es el único principio de práctica. Sólo al hacer eso estás dando a Dios el control completo y dejando que Dios sea tu Amo. Es decir, debes manejar todas las cosas de acuerdo con la verdad; debes manejar todas las cosas, grandes o pequeñas, basándote en las palabras de Dios. Sólo la palabra de Dios es la verdad y sólo ella puede dar vida a las personas. Sólo practicando de acuerdo con las palabras de Dios en todo lo que haces puedes recibir la obra del Espíritu Santo y ser salvado y perfeccionado por Dios. Si puedes practicar y entrar basándote en los tres principios anteriores, entonces has entregado tu corazón a Dios y sólo entregar tu corazón a Dios es devoción verdadera y completa. También es la única senda para ser salvado y perfeccionado por Dios. Es el método más fundamental de práctica para creer en Dios y también la senda para obtener la obra del Espíritu Santo.
Una persona sólo puede tener verdadera confianza en entregar su corazón a Dios si entiende la obra de Dios y la senda hacia la perfección. Todos los que pueden consagrarse completamente a Dios deben entregar su corazón a Dios. Esto representa plenamente su sinceridad y fe. Todos los que buscan ser perfeccionados deben entregar su corazón a Dios y consagrarse completamente a Dios. Esta fue la senda de Pedro para convertirse en un creyente en Dios. Si no puedes entregar verdaderamente tu corazón a Dios, no serás perfeccionado en absoluto. Sólo las que entregan genuinamente su corazón a Dios son personas honestas. Sólo las que aceptan la inspección de Dios son personas honestas. Sólo las que buscan ser obedientes a Dios son personas honestas. Sólo las que están dispuestas a practicar la verdad en todas las cosas son personas honestas. Las que no pueden entregar su corazón a Dios son sin duda las personas más engañosas. Cualquiera que no se atreva a aceptar la inspección de Dios o a buscar las intenciones de Dios en todas las cosas, no es una persona honesta. Sólo una persona honesta está dispuesta a consagrarse a Dios y a entregar su corazón a Dios. Ser una persona honesta es algo que otros consideran necio, loco y aparentemente demasiado extremo, lo cual es la razón por la que las personas engañosas son incapaces de practicarlo. Las personas engañosas piensan que son muy listas, pero son realmente muy estúpidas. Las personas honestas son consideradas como necias por otros, pero son realmente las personas más inteligentes. Todas las que entregan su corazón a Dios son las personas más sabias y la gran sabiduría parece a menudo necia. Las personas engañosas piensan que son sabias, pero en su lugar sólo se están engañando a sí mismas y se están tropezando. Cuando la obra de Dios termine, todas las personas engañosas serán eliminadas y perecerán en los diversos desastres, mientras que todas las personas honestas serán salvadas y perfeccionadas por Dios y estarán llenas de paz y alegría. ¿Quién es entonces listo y quién es estúpido? Las filosofías humanas no son la verdad. El Dios omnisciente y omnipotente lo decide todo; esto es un hecho que las personas que pertenecen a Satanás nunca entenderán. Sólo quienes entregan genuinamente su corazón a Dios son personas honestas y verdaderamente inteligentes. Las personas honestas que entregan su corazón a Dios son precisamente la clase de personas que Él bendice. Y las que reciben las bendiciones de Dios son personas listas, las personas más inteligentes.
Las personas engañosas sólo dicen que se consagrarán y someterán a Dios, pero cuando pasan cosas siguen aún a su carne y actúan como su propio amo en lugar de escoger la senda que se conforma a las intenciones de Dios. Al final, todas ellas arruinan su vida y se hacen daño a sí mismas. Algunas personas fracasan en su matrimonio porque no han entregado su corazón a Dios. Algunas personas fracasan en su carrera porque no han entregado su corazón a Dios. Algunas personas escogen la senda que Pablo tomó en la creencia en Dios o siguen a anticristos; esto también es porque no han entregado su corazón a Dios. Algunas personas buscan estatus o tienen hambre de dinero, mientras otras buscan las cosas mundanas como una carrera profesional; todas ellas se han embarcado en un camino sin retorno. Todas estas personas fracasan porque no han entregado su corazón a Dios. Son incapaces de hacer a Dios su Amo o de entregar su corazón a Dios porque son demasiado arrogantes y tienen demasiada fe en sí mismas, con lo que arruinan su vida como consecuencia. Las personas que creen en Dios, pero no pueden entregar su corazón a Dios, siempre se esfuerzan y corren por doquier, sufriendo reveses y fracasos a cada paso. Al final, todas ellas traen ruina sobre sí mismas y el fracaso es su único destino. Cuando pasan cosas a las personas que han entregado su corazón a Dios, ellas se constreñirán a sí mismas al pensar así: “Soy alguien que se consagra a Dios, así que debo actuar de acuerdo con los requisitos de Dios. He entregado mi corazón a Dios, así que debo dar prioridad mayor a satisfacer a Dios”. Una persona que pueda practicar de esta manera será bendecida. Sólo las personas que pueden entregar su corazón a Dios, tienen verdadera fe en Dios, creen verdaderamente en Dios y confían en Él. Lo que una persona busca y escoge representa su fe. Si ella no tiene verdadera fe en Dios, entonces no es posible que pueda buscar la verdad. Sólo las personas deshonestas y engañosas traicionarán a Dios en momentos clave y caminarán por su propia senda. Siempre dejarán una salida para sí mismas, pero al final, serán eliminadas por Dios. Entregar todo tu corazón a Dios es la única fe verdadera. Todas las que siguen a Dios con sinceridad son personas honestas que buscan la verdad, serán sin duda salvadas por Dios y recibirán la bendición de Dios.
Bosquejados anteriormente están los cuatro métodos de práctica para ser una persona honesta, los cuales son también la senda de entrada para practicar el ser una persona honesta. Primero, debes ser una persona honesta en la oración. Segundo, debes decir la verdad y abandonar las mentiras en la vida cotidiana. Tercero, debes resolver tu indiferencia y engaño cuando cumples tu deber. Cuarto, debes entregar tu corazón a Dios. Estos son los cuatro métodos principales de práctica para ser una persona honesta. Si puedes obtener la entrada en estos cuatro principios, entonces puedes convertirte en una persona honesta. Una persona honesta puede definitivamente: 1. Entregar su corazón a Dios; 2. No engañar a Dios en nada de lo que haga; 3. Estar abierta a Dios en todas las cosas y no esconder la verdad; 4. No ser una persona que engañe a los que están debajo de ella ni embauque a los que están por encima de ella; 5. No hacer las cosas sólo para congraciarse con Dios; 6. No ser falsa en sus acciones y palabras; 7. No engañar a Dios o a otras personas. Estos son los siete estándares usados para medir si alguien es una persona honesta. Si una persona es o no honesta puede determinarse midiéndola con estos siete estándares. Si alguien no puede obtener la entrada en los cuatro métodos de práctica para ser una persona honesta, entonces no puede ser una persona honesta y será catalogado como una persona engañosa. Los principios según los cuales una persona engañosa hace las cosas se basan en las filosofías de vida de Satanás y tal persona nunca admite que la verdad existe. A los ojos de las personas engañosas, practicar las palabras de Dios es un mal acuerdo y generalmente esto no forma parte de sus intereses. Ellas siempre ponen sus propios intereses primero y sobre todo lo demás y, al final, se pierden todas las mejores cosas que hay fuera de sus intereses materiales: la verdad, el camino y la vida que Dios concede a la humanidad. Lo que Cristo trae es la verdad, el camino y la vida que la humanidad más necesita. La humanidad ha sido corrompida por Satanás hasta el presente y ha perdido completamente el valor y el significado de la vida. La humanidad no tiene paz ni felicidad, lo que resulta en que muchas personas odian el mundo y piensan que la vida es demasiado agotadora. Anhelan morir de forma prematura para poder irse a otro mundo. Simplemente no hay salida para ellas, porque la humanidad no posee la verdad y ha sido corrompida por Satanás. Si la humanidad obtiene la verdad y todos adoran a Dios y viven de acuerdo con las palabras de Dios, habrán entrado en la senda resplandeciente de la vida. El mundo estará entonces lleno de paz y felicidad, y la humanidad podrá disfrutar de las bendiciones de Dios. Sólo entonces tendrá la humanidad alegría y felicidad. Ahora es el tiempo de la salvación de la humanidad por parte de Dios. la corrupción de la humanidad es extremadamente profunda y, por tanto, ella debe soportar mucho sufrimiento con el fin de ser purificada, así que todas las personas deben hacer frente a la realidad. Es práctico buscar ser salvado y perfeccionado por Dios. Sólo siendo una persona honesta y viviendo en las palabras de Dios tendrás paz y felicidad en tu corazón. Si una persona es verdaderamente salvada y perfeccionada, empezará a disfrutar de las bendiciones de Dios. El sufrimiento que los creyentes deben soportar, aún no ha terminado; el carácter corrupto de la humanidad no ha cambiado y aún no ha llegado el momento de disfrutar de las bendiciones de Dios. Si alguien puede convertirse verdaderamente en una persona honesta, tendrá disfrute espiritual o será al menos capaz de disfrutar de la obra y presencia del Espíritu Santo. Sólo esta paz y felicidad son suficientes y la harán mucho más bendecida que las personas mundanas. ¿Puedes ver esto? Si eres una persona honesta, tendrás esperanza y las bendiciones de Dios. Un creyente que no pueda ser una persona honesta, no tendrá un futuro brillante y está destinada a ser un fracaso.
Por supuesto, ser una persona honesta es un proceso y cada creyente debe confiar en buscar la verdad para obtener la obra del Espíritu Santo con el fin de tener éxito genuinamente. Lo que una persona puede lograr por sí misma es limitado. Por ejemplo, una persona puede ser normalmente capaz de no mentir sobre cosas pequeñas, pero cuando se trata de cosas grandes, especialmente cuando estas implican sus propios intereses, no puede evitar mentir. O si algo afecta a su futuro, tiene incluso menos control de sí misma y es capaz de hacer toda clase de engaño. Este es también un problema de estatura de vida. No tener la verdad ni un cambio en el carácter vital no servirá. Por eso ser una persona honesta no puede separarse de buscar la verdad y de un cambio de carácter. Ser una persona honesta no depende sólo del esfuerzo y la práctica, sino más de buscar la verdad para lograr el cambio de carácter. Sólo entonces puede una persona convertirse finalmente en una persona honesta. No pienses que eres una persona honesta simplemente porque puedes decir la verdad acerca de las cosas pequeñas en tu vida, puedes comunicar pura y abiertamente con los hermanos y hermanas, puedes decir lo que hay en tu corazón y raramente mientes o engañas a Dios cuando oras. Estos son realmente sólo los resultados iniciales, aunque también son dignos de celebrarse. Lograr estos resultados al ser una persona honesta significa que simplemente has alcanzado el estándar del ser humano normal, pero dentro de ti aún quedan realmente algunos defectos y engaños ocultos. Sin embargo, esto es un paso gratificante hacia el ser una persona honesta y si continúas trabajando duro serás, sin duda, capaz de convertirte en una persona completamente honesta. Los cuatro métodos para practicar el ser una persona honesta son muy importantes. Si una persona puede practicar estrictamente y entrar en estos cuatro métodos, obtendrá sin duda grandes ganancias. Los resultados iniciales se verán sólo después de dos o tres años de práctica. Por ese entonces, la persona tendrá más confianza y verá que ha cambiado significativamente, que se ha arrepentido verdaderamente y que puede ser salvada completamente por Dios. ¿No es esta una gran felicidad? Cuando hayas disfrutado de las bendiciones de Dios, sentirás que hay alegría en la vida y sabrás lo que significa vivir verdaderamente. Sé una persona honesta y serás capaz de embarcarte en la senda resplandeciente de la vida.
5 de abril de 2006
De “Provisión para la vida: Recopilación de sermones”
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