Desde que llegó al poder, el Partido Comunista de China oprime las creencias religiosas y detiene y persigue frenéticamente a los cristianos. En los últimos años, algunos cristianos chinos se han visto obligados a huir al extranjero por su fe. Sin embargo, los países occidentales, sobre todo algunos de Europa, les deniegan la solicitud de asilo, pues las autoridades de dichos países no reconocen que estos cristianos han sido objeto de persecución ni que corren el peligro de ser deportados de vuelta a China. Carlos Iglesias, un veterano abogado español de derechos humanos, comenta la atroz situación de los derechos humanos en China, así como las actuales condiciones de persecución religiosa. Respecto a que se deniegue el asilo político a los cristianos chinos exiliados, el Sr. iglesias apela a las autoridades de los países occidentales para que actúen con cautela y afirma que "cuando conceden o deniegan este asilo, lo que está en juego es la vida de esa persona".
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