I
“La autoridad de Dios” significa que todo depende de Dios.
Dios tiene el derecho de decidir
cómo será hecha alguna cosa,
y se hace de la forma que Él quiere.
Dios decide la ley de todas las cosas.
Esta ley no depende del hombre
y el hombre no puede alterarla.
No puede ser cambiada por la voluntad del hombre
sino sólo por los pensamientos,
la sabiduría y las órdenes de Dios.
Esto es innegable para el hombre.
Ninguna persona, ningún objeto puede cambiar
las leyes de todas las cosas,
o el modo en que funcionan.
Existen gracias a la autoridad de Dios
y perecen a causa de ella.
Esta es la verdadera autoridad de Dios.
II
Los cielos, la tierra y todas las cosas,
el universo, el cielo estrellado,
las cuatro estaciones del año,
las cosas visibles, lo imperceptible, todo existe,
todo funciona y se modifica,
sin el mínimo error,
bajo la autoridad de Dios,
según Sus órdenes y Sus mandamientos,
y todas Sus leyes del inicio de la creación.
Esto es innegable para el hombre.
Ninguna persona, ningún objeto puede cambiar
las leyes de todas las cosas,
o el modo en que funcionan.
Existen gracias a la autoridad de Dios
y perecen a causa de ella.
Esta es la verdadera autoridad de Dios.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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