El Relámpago Oriental, Dios Todopoderoso, es la segunda venida del Señor Jesús. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. ¡En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido! Invitamos a quienes buscan la verdad con el corazón a venir aquí y mirar.

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domingo, 20 de enero de 2019

Sólo cuando los pecados son purificados, podrán ser arrebatados y entrarán en el reino de los cielos

vigilar y esperar

Pregunta: Todos creemos que el sacrificio por el pecado del Señor Jesús es eficaz para siempre. Mientras confesemos nuestros pecados al Señor, Él nos perdonará. Somos impecables a los ojos del Señor, así que podemos entrar en el reino de los cielos. Pero Dios dice: "... seréis, pues, santos porque yo soy santo" (Levítico 11:45). Entonces, ¿cómo podremos ser arrebatados y entrar en el reino de los cielos?

Respuesta: El Señor Jesús ha perdonado los pecados de la humanidad, pero eso no significa que el hombre no tenga pecado. No significa que haya sido liberado del control de sus pecados o que haya alcanzado la santidad. El Señor Jesús perdona los pecados del hombre. ¿A qué se refiere realmente el "pecado" en este contexto? Se refiere al adulterio, el robo, etc., cualquier cosa que infrinja las leyes, los mandamientos o las palabras de Dios es pecado. Cualquier acción que se resista, condene o juzgue a Dios también es pecado.
Cualquier blasfemia contra Dios es pecado, un pecado que no puede ser perdonado. En la Era de la Gracia, el Señor Jesús se sacrificó por los pecados de la humanidad. Sólo aquellos que oraran al Señor y se arrepintieran no serían condenados o muertos. Es decir, Dios ya no los vería como pecadores. El hombre que era perdonado de sus pecados podía orar directamente al Señor y participar en Su gracia. Eso significa "los pecados son perdonados". Aunque los pecados del hombre han sido perdonados debido al sacrificio de pecado del Señor Jesús, eso no significa que hayan dejado de pecar y de resistirse a Dios. La naturaleza pecadora del hombre todavía permanece, así que aún puede resistirse y traicionar a Dios y tenerlo por su enemigo. ¿Cómo van a ser aptas para entrar en el reino de los cielos personas semejantes? Como dice Dios Todopoderoso: "Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido, no puedes heredar directamente la herencia de Dios" (La Palabra manifestada en carne).
La obra de redención del Señor Jesús sólo perdonó los pecados del hombre; no resolvió su carácter corrupto. La arrogancia interior del hombre, el egoísmo, la codicia, el engaño y otros aspectos de su carácter satánico aún permanecen. Este carácter corrupto es más profundo y tenaz que el pecado. Es la fuente de nuestros pecados y resistencia a Dios. Si estos caracteres satánicos corruptos no se resuelven, el hombre continuará pecando, se resistirá a Dios, y lo juzgará y condenará de acuerdo a sus propias imaginaciones y concepciones. Cuando sufren y son perseguidos, pueden negar a Dios e incluso traicionarlo como hizo Judas. Cuando están en el poder, pueden establecer reinos independientes en resistencia a Dios. Algunas personas incluso roban las ofrendas de Dios y ofenden Su carácter; estas serán condenadas y extinguidas por Dios. 
Entonces, de acuerdo con Su plan de gestión para salvar a la humanidad y las necesidades reales de la humanidad corrupta, Dios expresa muchos aspectos diferentes de la gran verdad en los últimos días y lleva a cabo Su obra, que cumple la profecía de la Biblia: "Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]" (1 Pedro 4:17), y resuelve el problema clave de que la humanidad corrupta está controlada por su naturaleza satánica. Así el hombre se liberará gradualmente de su carácter satánico corrupto, dejará de rebelarse y de resistirse a Dios, llegará a ser capaz de obedecer y reverenciar verdaderamente a Dios. Sólo entonces será purificado y entrará en el reino de los cielos.

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