Humilde y escondido, Tú acompañas a las personas a través de sus penas, otorgándoles el camino a la vida eterna. Amas a los humanos como a Tu propia carne. Y eres digno de su amor. Preferirías sufrir, permitiendo que el hombre obtenga el beneficio.
Y Tú derramas la vida sobre ellos. Tu corazón es realmente hermoso, eres justo, y digno de la alabanza del hombre. Tus palabras me conquistan. Tu juicio me purifica. Sólo Tú puedes salvarme. Me tratas y podas, me pruebas y refinas. Sólo Tú puedes perfeccionarme. Sólo Tú.
II
Tu amor me hace atravesar el camino del sufrimiento, y siento dulzura. Y al ser consciente de que el hombre es débil, puedes empatizar con él. ¿Cómo podría el hombre olvidarte? Vives con las personas y las guías en persona (en persona), dándoles algo en lo que confiar (algo en lo que confiar). Tú sufres antes, eres el ejemplo perfecto. Y Tu amor está entre los hombres. Tus palabras me conquistan. Tu juicio me purifica. Sólo Tú puedes salvarme. Me tratas y podas, me pruebas y refinas. Sólo Tú puedes perfeccionarme.
III
Tu amor es precioso. Tu amor es más hermoso. Has dejado Tus verdaderos sentimientos entre los hombres. Si yo creyera en Ti, y no pudiera darte mi corazón, me arrepentiría de por vida. Si yo creyera en Ti, y no pudiera ser leal; ¿entonces cómo sería humano? Tus palabras me conquistan. Tu juicio me purifica. Sólo Tú puedes salvarme. Me tratas y podas, me pruebas y refinas. Sólo Tú puedes perfeccionarme. Tu amor es precioso. Tu amor es más hermoso. Has dejado Tus verdaderos sentimientos entre los hombres. Sólo Tú puedes salvarme. Sólo Tú puedes perfeccionarme.
De "Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos"
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