Li Xinguang es alumno del último curso de secundaria. Desde pequeño había sido un chico sensato y formal. Sus padres y profesores lo querían mucho. En los primeros años de secundaria se encaprichó de los juegos por Internet en la computadora. Solía saltarse clases para ir al cibercafé.
Sus padres hacían todo lo posible por ayudarle a dejar su adicción a Internet. Por desgracia, la adicción de Li Xinguang iba cada vez a peor. Se desanimó y se fue degenerando… Cuando los padres de Li Xinguang se sintieron al límite, se enteraron de que Dios puede salvar a la gente y ayudarla a dejar su adicción a Internet y a liberarse de la corrupción de Satanás. Por consiguiente, decidieron creer en Dios y esperaban que Dios salvara a su hijo. A partir de las palabras de Dios comprendieron el origen de la corrupción y la depravación de la humanidad. Vieron la verdad de las tinieblas y la maldad del hombre y comprendieron que sólo Dios puede salvar a la gente y liberarla de la corrupción y la aflicción de Satanás. Lo único que tenía que hacer Xinguang era creer en Dios y comprender la verdad para poder dejar su adicción a Internet. Por consiguiente, le predicaron el evangelio a Xinguang y le guiaron para que leyera las palabras de Dios. Oraron a Dios y le pidieron que salvara a su hijo y que le ayudara a dejar su adicción a Internet… Tras una lucha, Xinguang comenzó a orar a Dios y a confiar en Él. Guiado por las palabras de Dios, acabó dejando su adicción a Internet y liberándose de la corrupción y la aflicción de Satanás. ¡Por fin volvió a casa este hijo que se había perdido sin esperanza en los juegos por Internet y en los cibercafés!
Sus padres hacían todo lo posible por ayudarle a dejar su adicción a Internet. Por desgracia, la adicción de Li Xinguang iba cada vez a peor. Se desanimó y se fue degenerando… Cuando los padres de Li Xinguang se sintieron al límite, se enteraron de que Dios puede salvar a la gente y ayudarla a dejar su adicción a Internet y a liberarse de la corrupción de Satanás. Por consiguiente, decidieron creer en Dios y esperaban que Dios salvara a su hijo. A partir de las palabras de Dios comprendieron el origen de la corrupción y la depravación de la humanidad. Vieron la verdad de las tinieblas y la maldad del hombre y comprendieron que sólo Dios puede salvar a la gente y liberarla de la corrupción y la aflicción de Satanás. Lo único que tenía que hacer Xinguang era creer en Dios y comprender la verdad para poder dejar su adicción a Internet. Por consiguiente, le predicaron el evangelio a Xinguang y le guiaron para que leyera las palabras de Dios. Oraron a Dios y le pidieron que salvara a su hijo y que le ayudara a dejar su adicción a Internet… Tras una lucha, Xinguang comenzó a orar a Dios y a confiar en Él. Guiado por las palabras de Dios, acabó dejando su adicción a Internet y liberándose de la corrupción y la aflicción de Satanás. ¡Por fin volvió a casa este hijo que se había perdido sin esperanza en los juegos por Internet y en los cibercafés!
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