Palabras clásicas de Dios:
«Aunque Jehová, Jesús, y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras en Mi plan de gestión, y no representan mi totalidad. Los nombres por los que me llaman las personas en la tierra no pueden articular todo Mi carácter y todo lo que soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante diferentes eras.
Así pues, cuando la era final —la de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová, o Jesús, mucho menos el Mesías, sino el poderoso Todopoderoso Dios mismo, y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca han tenido contacto conmigo, nunca me han conocido, y siempre han ignorado Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una persona me ha visto. Este es el Dios que se aparece al hombre durante los últimos días pero que está oculto en medio de él. Reside entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y el fuego llameante, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no ha de ser juzgada por Mis palabras, y ni una sola persona o cosa que no ha de ser purificada ardiendo en el fuego. Finalmente, todas las naciones serán benditas por Mis palabras, y también hechas pedazos por ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que soy el Salvador que ha vuelto, que soy el Dios Todopoderoso que conquista toda la humanidad, que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convertiré en las llamas del sol que quema todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esa es Mi obra de los últimos días. Adopté este nombre y poseo este carácter de forma que todas las personas puedan ver que soy un Dios justo, el sol ardiente, y el fuego llameante. Es así para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas, y no soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas a través de los cielos, la tierra y los mares.
de “El Salvador ya ha regresado en una ‘nube blanca’”
Mi misericordia es para los que me aman y se niegan a sí mismos. Y el castigo traído sobre los malvados es una prueba de Mi justo carácter y, más aún, testimonio de Mi ira. Cuando llegue el desastre, el hambre y la peste caerán sobre todos aquellos que se oponen a Mí y llorarán. Quienes hayan cometido toda clase de maldades pero que me hayan seguido durante muchos años no escaparán a la acusación; ellos también vivirán en un constante estado de pánico y miedo en medio de la catástrofe que apenas se ha visto a lo largo de las épocas. Y todos Mis seguidores que han sido leales a Mí y a ningún otro, se regocijarán y aplaudirán Mi grandeza. Ellos experimentarán una alegría inefable y vivirán en un júbilo que Yo nunca antes he otorgado a la humanidad. Porque Yo atesoro las buenas acciones de los hombres y aborrezco sus acciones malvadas. Desde que comencé a liderar a la humanidad, he estado esperando por un grupo de hombres que piense igual que Yo. Y nunca me he olvidado de los que no piensan igual; los he aborrecido en mi corazón, sólo a la espera de la oportunidad de ver Mi retribución administrada sobre esos malhechores y disfrutar de ello.
de “Deberías preparar suficientes buenas obras para tu destino”
Dios odia a todos los descendientes del gran dragón rojo y odia aún más al gran dragón rojo. Esta es la raíz de la ira en el corazón de Dios. Parece que Él quisiera echar en el lago de fuego y azufre todas las cosas pertenecientes al gran dragón rojo para incinerarlas totalmente. Hay ocasiones en las que incluso parece que quisiera extender Su mano para eliminarlo personalmente; sólo eso podría borrar el odio de Su corazón.
de “Interpretación de la decimotercera declaración”
Mi justicia, Mi majestad y Mi juicio perdurarán eternamente y para siempre. Primero, fui amoroso y misericordioso, pero este no es el carácter de Mi divinidad completo; la justicia, la majestad y el juicio son exactamente Mi carácter: Dios mismo completo.
de “Declaraciones y testimonios de Cristo en el principio”
No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgando abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quien los viole:
Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y ve inmediatamente todas las obras que en todo el universo Yo he forjado. Los que van en contra de Mi voluntad, es decir, los que se oponen a Mí con los hechos del hombre, caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las numerosísimas estrellas de los cielos y las haré de nuevo; gracias a Mí el sol y la luna serán renovados, los cielos ya no serán más como eran; las innumerables cosas sobre la tierra serán renovadas. Todas serán completadas por medio de Mis palabras. Las muchas naciones del universo serán divididas de nuevo y sustituidas por la mía, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y serán una sola que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas, y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados; Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás, es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, el resto quedará reducido a cenizas.
de “La vigésima sexta declaración” de Las declaraciones de Dios al universo entero
Castigaré a todos los nacidos de Mí que todavía no me conocen, para mostrarles toda Mi ira, Mi gran poder y Mi plena sabiduría. En Mí todo es justo y no hay absolutamente ninguna injusticia, ni engaño ni ruindad; quienquiera que sea deshonesto y mentiroso debe ser un hijo del infierno, debe haber nacido en el Hades. En Mí todo es manifiesto; lo que Yo diga que sea logrado, se logra y lo que Yo diga que sea establecido, se establece, y nadie puede cambiar o emular estas cosas porque Yo soy el incomparable Dios mismo.
de “Declaraciones y testimonios de Cristo en el principio”
Todos los que amo vivirán sin duda eternamente, y los que están contra Mí serán con seguridad castigados eternamente. Porque Yo soy un Dios celoso, no perdonaré a la ligera a los hombres por todo lo que han hecho. ¡Vigilaré toda la tierra y, apareciendo en el Este del mundo con justicia, majestad, ira, y castigo, me revelaré a las innumerables huestes de la humanidad!
de “La vigésima sexta declaración” de Las declaraciones de Dios al universo entero
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