El Relámpago Oriental, Dios Todopoderoso, es la segunda venida del Señor Jesús. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. ¡En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido! Invitamos a quienes buscan la verdad con el corazón a venir aquí y mirar.

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martes, 30 de octubre de 2018

P&R sobre el Evangelio-(II)

Señor Jesús

La palabra de Dios Todopoderoso afirma: “Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna”. Recuerdo lo que manifestó el Señor Jesús en una ocasión: “Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna” (Juan 4:14). Ya sabemos que el Señor Jesús es la fuente del agua viva de la vida y el camino de la vida eterna. ¿Acaso Dios Todopoderoso y el Señor Jesús tienen el mismo origen? ¿Tanto Sus obras como Sus palabras son del Espíritu Santo? ¿Sus obras son llevadas a cabo por un mismo Dios?


Respuesta
En la obra de las dos carnes encarnadas de Dios, testificaron que Ellos eran la verdad, la vida y el camino de la vida eterna. Expresaron muchas verdades, e hicieron una etapa de obra práctica para probar que Cristo es la verdad, el camino y la vida. Eso es suficiente para probar que Ellos son de la misma fuente y que emiten la voz del Espíritu Santo. Ellos hacen la obra del mismo Dios, y ambas testifican que Dios es la fuente de vida en todas sus formas. La palabra que Dios ha expresado es agua del río de vida que fluye desde Su trono, por lo tanto, es el camino de la vida eterna. Eso prueba aún más que Dios Todopoderoso es la segunda venida del Señor Jesús, y que ambas Ellos son Dios haciendo la obra de Su plan administrativo. El Señor Jesús dijo, “Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí” (Juan 14:10). “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30). Esto prueba que el Señor Jesús es la aparición de Dios. El Señor Jesús predijo que Él volvería de nuevo, y que Él se encarnaría como el Hijo del hombre, para hacer la obra del juicio en los últimos días.

Dios Todopoderoso dice: “Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que llevamos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; nuestras carnes adoptan distintas formas, y esto es debido al cambio en la era y la necesidad de nuestra obra; nuestros ministerios no son iguales, por lo que la obra que traemos y el carácter que revelamos al hombre también son diferentes. […] Sus Espíritus son uno” (‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Aunque la obra de las dos carnes encarnadas es diferente, la esencia de las mismas y la fuente de Su obra son idénticas; ellas sólo existen para llevar a cabo dos etapas diferentes de la obra y surgen en dos eras distintas. Comoquiera que fuere, las carnes encarnadas de Dios comparten la misma esencia y el mismo origen; esta es una verdad que nadie puede negar” (‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”).

La palabra de Dios Todopoderoso nos dice claramente que Dios Todopoderoso y el Señor Jesús ambos son las encarnaciones usadas por el Espíritu de Dios. Ellos sólo difieren en que Ellos hacen distintas obras en diferentes eras, y usan nombres diferentes, pero son un Dios. Ahora sabemos que las dos veces que Dios encarnó, testificó que Él es la fuente del agua de vida, y tiene un suministro de agua viva infinito. Él también testificó que Dios mismo es el camino de la vida eterna. A pesar de que Su palabra y manera de hablar difieren ligeramente, la esencia de lo que dicen es la misma. ¿Entonces cuál es el camino de la vida eterna? ¿Qué relación hay entre la vida eterna y la entrada al Reino de los Cielos? El Señor Jesús dijo que solamente obedeciendo la voluntad del Padre celestial podrá la gente entrar al Reino de los Cielos. Aquellos quienes obedecen verdaderamente la voluntad de Dios se refieren a los que capaces de practicar la palabra de Dios y obedecer los mandamientos de Dios. El Señor Jesús enseñó que deberíamos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, y mente y amar a los demás como a nosotros mismos. ¿Hemos puesto esas palabras en práctica hoy? Si no hemos practicado esas palabras, entonces no estamos haciendo la voluntad de Dios. Si no podemos practicar la palabra de Dios y cumplir Sus mandamientos, ¿cómo podemos obtener el camino de la vida eterna? ¡Nunca lo lograremos! Obtener el camino a la vida eterna significa obtener toda la verdad expresada por Dios para purificar y salvar al hombre, y convertir finalmente a aquellos quienes conocen a Dios y obedecen la voluntad de Dios. Si creemos en Dios pero no obtenemos la verdad, no cambiamos el carácter de nuestras vidas, y no obedecemos la voluntad de Dios, ¿podemos entrar en el Reino de los Cielos? ¿Aquellos quienes no pueden entrar al Reino de los Cielos podrán obtener la vida eterna? Entonces, aquellos quienes no obedecen la voluntad de Dios no tienen manera de obtener el camino de la vida eterna. También, en la Biblia dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida” (Juan 3:36). Creer en el Hijo significa creer en aquel quien fue enviado por Dios, y creer en el Cristo encarnado. El Señor Jesús fue el Hijo del hombre, quien regresó al cielo después de finalizar su obra de redención. El Señor Jesús nos prometió que Él volvería otra vez, por lo tanto, aceptar al Cristo que regrese en los últimos días es de suma importancia. Y aquellos aceptan al Cristo que regrese en los últimos días obtendrán el camino de vida eterna. Si sólo creemos en el Señor Jesús y no aceptamos la segunda venida del Señor Jesús, ¡nos estamos negando a sí mismos la fuente de agua de vida! ¿Seguirá el Señor Jesús reconociéndonos? ¿Podríamos todavía obtener vida eterna? Mientras creamos en el Señor, también debemos aceptar su segunda venida. Sólo quienes creen en “Hijo” son los verdaderos creyentes. Sólo aquellos quienes siguen al Cristo de los últimos días obtendrán vida eterna. Si sólo creemos en el Señor Jesús, y rechaza Su retorno, entonces nuestra creencia es una perdida de esfuerzo tirada por la borda, y nunca ganaremos la aprobación del Señor Jesús.

Porque lo que el Señor Jesús hizo en la Era de Gracia es la obra de redención. Él expresó verdades acerca de la redención del hombre, lo que sólo puede permitir a la gente a confesar y arrepentirse de sus pecados y volver a Dios. Pero debido a nuestra naturaleza pecadora y nuestro carácter perverso no se habían resuelto, aunque nuestros pecados han sido perdonados después de que hemos creído en el Señor Jesús, a menudo seguimos pecando, rebelándonos y resistiendo a Dios, esto es realidad. Este demuestra que lo que el Señor Jesús hizo fue la obra de redención. Sólo la obra del juicio hecha por parte del Señor Jesús retornado en los últimos días puede salvar completamente a la humanidad, dejar a la humanidad liberarse del pecado y de la influencia de Satanás, logrando un cambio en su carácter y siendo ganado por Dios. Entonces, la obra del juicio hecha por el Señor Jesús retornado en los últimos días es crítica para la salvación de la humanidad. Si sólo aceptamos la obra de redención del Señor Jesús, y esperamos entrar en el Reino de los Cielos sin aceptar la obra del juicio del Señor Jesús retornado en los últimos días, tenemos la cabeza en las nubes. en realidad, el Señor Jesús dijo hace tiempo que: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). Para ese momento nadie entendió la palabra del Señor Jesús, porque la humanidad acababa de llegar ante Dios, y la estatura espiritual aún es pequeña. Si el Señor Jesús hubiese expresado la palabra del juicio de los últimos días, el hombre sería incapaz de haberla soportarlo. Debían esperar la venida de Dios Todopoderoso en los últimos días que expresa toda la verdad que purifica, salva y perfecciona al hombre. Cuando leemos la palabra de Dios Todopoderoso, finalmente hemos tenido en cuenta el conocimiento de Su voluntad. ¿Por qué no hizo Dios directamente la obra del juicio de los últimos días durante la Era de Gracia? Esto es debido a que hay tres fases de la obra en el plan de gestión de Dios para salvar a la humanidad. Dios hace la obra del juicio en los últimos días, como dice Dios Todopoderoso. “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). La obra de redención del Señor Jesús pavimentó el camino para la obra de juicio y purificación del hombre en los últimos días. La verdad que salva, cambia y perfecciona al hombre será expresada totalmente por el Señor Jesús retornado. La verdad es el camino de vida eterna concedida al hombre por parte de Dios Todopoderoso en los últimos días. Así que, si queremos recibir el camino de vida eterna, la clave está en aceptar el retorno del Señor Jesús. El Señor Jesús dijo: “He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “[…] porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado” (Apocalipsis 19:7). “Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero” (Apocalipsis 19:9). aquellos que aceptan la segunda venida de Cristo son vírgenes prudentes. Después de oír la voz de Dios, fueron con el Cordero al festín. Gente como ésta es bienaventurada, y ha seguido los pasos del Cordero. Ellos son los primeros frutos purificados por el juicio de Dios en los últimos días, y los vencedores creados por Dios. Así que sólo aquellos quienes aceptan la segunda venida de Cristo obtendrán el camino de vida eterna.
del guion de la película de Desde el trono fluye el agua de la vida
Scripture quotations taken fromLBLA Copyright by The Lockman Foundation.

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