Dios suple las necesidades de los hombres,
en todo momento y lugar.
Él observa sus pensamientos, cómo sus corazones cambian.
Y les da el consuelo que necesitan, animándolos y guiándolos.
A quienes lo aman, a quienes lo siguen,
Dios no retendrá nada, todas Sus bendiciones les prodigará.
Él les da gracia a todos, Su misericordia se desborda.
Lo que tiene y es, lo da sin reservas.
II
Aunque los hombres no acaten Sus pensamientos,
Dios los guía hacia la luz,
los abastece y los ayuda, pide que sigan Su camino,
para que de Su mano reciban el destino más hermoso planeado.
A quienes lo aman, a quienes lo siguen,
Dios no retendrá nada, todas Sus bendiciones les prodigará.
Él les da gracia a todos, Su misericordia se desborda.
Lo que tiene y es, lo da sin reservas.
III
Dios nunca ha revelado todo el dolor que Él soporta,
o Su propio estado de ánimo.
No se oirá queja, aunque a nadie le importe ni entienda.
Dios sólo espera a que un día la gente despierte.
A quienes lo aman, a quienes lo siguen,
Dios no retendrá nada, todas Sus bendiciones les prodigará.
Él les da gracia a todos, Su misericordia se desborda.
Lo que tiene y es, lo da sin reservas.
Lo que tiene y es, lo da sin reservas.
Lo que tiene y es, lo da sin reservas.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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