I
Cuando la gente presta atención,
cuando todo revive y se renueva,
cuando el hombre obedece a Dios sin reparos,
dispuesto a asumir la carga de Dios,
es cuando surge el relámpago oriental,
ilumina todo del este al oeste,
asusta a todo en la tierra con su luz;
es cuando Dios comienza Su nueva vida.
Ahora Dios empieza la nueva obra en la tierra
y le dice a todos los hombres del universo:
Cuando surge el relámpago desde el este,
es cuando Dios empieza a hablar.
Cuando surge el relámpago, se ilumina el empíreo,
las estrellas cambian, las estrellas cambian, cambian, sí.
II
Desde el testimonio de Dios hasta que obra,
hasta que la divinidad reina en la tierra,
este es el rayo del relámpago oriental
que brilla sobre todo el universo.
Cuando los reinos terrenales sean de Cristo,
es cuando el universo será iluminado.
Ahora es cuando brilla el relámpago oriental:
Dios obra en la carne, habla con divinidad.
Cuando Dios empieza a hablar en la tierra,
surge el relámpago oriental.
Cuando el agua viva fluye del trono,
cuando empieza a hablar la voz del trono,
es cuando empiezan las palabras de los siete Espíritus.
III
Ahora empieza a brillar el relámpago oriental;
con la diferencia horaria,
el grado de iluminación varía y se limita su alcance.
Pero a medida que la obra de Dios avanza,
a medida que Su plan cambia,
la luz cumple con su rol inherente,
el universo resplandece sin escoria.
Este es el fruto del plan de 6.000 años de Dios,
que Él disfruta.
Cuando Su luz ilumine todo en la tierra,
todo en el cielo y la tierra cambiarán.
Y las estrellas en el cielo cambiarán,
el sol y la luna se renovarán,
y el hombre en la tierra será renovado;
esta es la obra de Dios en el cielo y la tierra.
Y las estrellas en el cielo cambiarán,
el sol y la luna se renovarán,
y el hombre en la tierra será renovado;
esta es la obra de Dios en el cielo y la tierra.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
No hay comentarios:
Publicar un comentario