Palabras diarias de Dios | Fragmento 58 | "Declaraciones de Cristo en el principio: Capítulo 70"
Que Mis misterios se revelen y manifiesten abiertamente y ya no se oculten, se debe por entero a Mi gracia y misericordia. Además, que Mi palabra aparezca entre los hombres, y ya no esté oculta, se debe también a Mi gracia y misericordia. Amo a todos los que se esfuerzan sinceramente y se dedican a Mí. Odio a todos los que nacen de Mí pero no me conocen y hasta Me oponen resistencia. No abandonaré a nadie que esté sinceramente por Mí, sino que doblaré las bendiciones de esa persona. Castigaré doblemente a los ingratos que transgreden Mi bondad y no los dejaré escapar fácilmente. En Mi reino no hay tortuosidad, engaño ni mundanidad, es decir, no hay hedor a muerte. En lugar de eso, todo es rectitud y justicia; todo es pureza y apertura, nada hay oculto o escondido. Todo es frescura, todo es gozo y todo es edificación. Quien siga hediendo a muerte no puede de ninguna manera permanecer en Mi reino, y en cambio será gobernado por Mi vara de hierro. Todos los interminables misterios, desde tiempos inmemoriales hasta el día de hoy, se os revelan plenamente a vosotros, el grupo de personas que son ganadas por Mí en los últimos días. ¿No os sentís bendecidos? Los días en que todo se revela abiertamente son, además, los días en que compartís Mi reinado.