El Relámpago Oriental, Dios Todopoderoso, es la segunda venida del Señor Jesús. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. ¡En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido! Invitamos a quienes buscan la verdad con el corazón a venir aquí y mirar.

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domingo, 3 de junio de 2018

La mejor música cristiana | "El símbolo del carácter de Dios" Alabar la grandeza de Dios

La mejor música cristiana | "El símbolo del carácter de Dios" Alabar la grandeza de Dios
I
El carácter de Dios contiene Su amor, Su consuelo y Su odio, contiene Su absoluta comprensión de la humanidad. El carácter de Dios, el carácter de Dios es lo que el Soberano, el Creador de la vida y la creación posee.
El carácter de Dios representa honra, nobleza y poder, representa grandeza y supremacía. El carácter de Dios. Dios es por siempre supremo y digno, y el hombre siempre es ruin e innoble. Porque Dios siempre se dedica a la humanidad, y el hombre toma y obra siempre para él mismo.
II
El carácter de Dios es el símbolo de la autoridad, de lo justo, y de todo lo que es bueno y hermoso. El carácter de Dios simboliza que no hay fuerza hostil o tiniebla que pueda atacar o reprimir a Dios. Nada puede ni se le permite ofenderle. El carácter de Dios es el signo del poder supremo. El carácter de Dios. Nadie puede o debe afectar Su obra o Su carácter. Dios obra siempre para la existencia de la humanidad, sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia.
III
Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés, porque su labor siempre es para él, y no para los demás. Dios es por siempre supremo y digno, y el hombre siempre es ruin e innoble. Porque Dios siempre se dedica a la humanidad, y el hombre toma y obra siempre para él mismo. El hombre siempre toma, Dios siempre da. Dios es la fuente de todo lo justo, bueno y hermoso, mientras que el hombre es el sucesor, el que expresa toda la fealdad y el mal. La justa esencia de Dios nunca cambiará. Dios es por siempre supremo y digno, y el hombre siempre es ruin e innoble. Porque Dios siempre se dedica a la humanidad, y el hombre toma y obra siempre para él mismo. Dios obra siempre para la existencia de la humanidad, sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia. Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés, porque su labor siempre es para él y no para los demás. Dios es por siempre supremo y digno, y el hombre siempre es ruin e innoble. La noble y justa esencia de Dios nunca cambiará, Él nunca cambiará Su esencia. Pero en cualquier momento o lugar el hombre puede traicionar la justicia, y alejarse de Dios.
De “La Palabra manifestada en carne”

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