La mejor música cristiana | "El cielo aquí es tan azul" El reino de Cristo ha descendido
Ay, ahí está el cielo. ¡Oh, es un cielo tan diferente! La tierra está impregnada de una exquisita fragancia y el aire es puro. Dios Todopoderoso se ha hecho carne y vive entre nosotros, expresa la verdad y comienza el juicio de los últimos días. Las palabras de Dios revelan la verdad de nuestra corrupción, cada prueba y cada refinamiento nos limpia y nos perfecciona.
Decimos adiós a nuestras vidas degeneradas y cambiamos nuestra vieja apariencia por un nuevo rostro. Actuamos y hablamos con principios y dejamos que las palabras de Dios nos gobiernen. Arde en nuestros corazones la llama de nuestro amor a Dios. Difundimos las palabras de Dios, damos testimonio de Él y transmitimos el evangelio del reino. Nos dedicamos por completo a satisfacer a Dios y estamos dispuestos a sufrir cualquier dolor. Gracias a Dios Todopoderoso por cambiar nuestro destino. ¡Vivimos una nueva vida y recibimos un mañana completamente nuevo!
Cuando los hermanos y hermanas se reúnen, sus caras reflejan felicidad. Leemos las palabras de Dios y compartimos la verdad; nos une en el amor de Dios. Somos gente honesta, pura y franca; no hay prejuicios entre nosotros. Vivimos según la verdad, nos amamos y aprendemos unos de otros a corregir nuestros defectos. Unánimemente, cumplimos nuestro deber y ofrecemos nuestra devoción. En el camino hacia el reino, las palabras de Dios nos guían para que superemos las adversidades y las dificultades. Las palabras de Dios revelan Su omnipotencia, conquistan y forman un grupo de vencedores. El pueblo elegido de Dios de todas las naciones regresa ante Dios. El pueblo de Dios vive junto a Dios y lo alaba por siempre. La voluntad de Dios se lleva a cabo en la tierra, el reino de Cristo ha aparecido. La justicia y la santidad de Dios se manifiestan, el cielo y la tierra se renuevan. El pueblo del reino teme a Dios y evita el mal, y vive en la luz. El pueblo de Dios vive junto a Dios y lo alaba por siempre. La voluntad de Dios se lleva a cabo en la tierra, el reino de Cristo ha aparecido. La justicia y la santidad de Dios se manifiestan, el cielo y la tierra se renuevan. El pueblo del reino teme a Dios y evita el mal, y vive en la luz. Ah, eh… ahí está el cielo. ¡Oh, es un cielo tan diferente!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
Ay, ahí está el cielo. ¡Oh, es un cielo tan diferente! La tierra está impregnada de una exquisita fragancia y el aire es puro. Dios Todopoderoso se ha hecho carne y vive entre nosotros, expresa la verdad y comienza el juicio de los últimos días. Las palabras de Dios revelan la verdad de nuestra corrupción, cada prueba y cada refinamiento nos limpia y nos perfecciona.
Decimos adiós a nuestras vidas degeneradas y cambiamos nuestra vieja apariencia por un nuevo rostro. Actuamos y hablamos con principios y dejamos que las palabras de Dios nos gobiernen. Arde en nuestros corazones la llama de nuestro amor a Dios. Difundimos las palabras de Dios, damos testimonio de Él y transmitimos el evangelio del reino. Nos dedicamos por completo a satisfacer a Dios y estamos dispuestos a sufrir cualquier dolor. Gracias a Dios Todopoderoso por cambiar nuestro destino. ¡Vivimos una nueva vida y recibimos un mañana completamente nuevo!
Cuando los hermanos y hermanas se reúnen, sus caras reflejan felicidad. Leemos las palabras de Dios y compartimos la verdad; nos une en el amor de Dios. Somos gente honesta, pura y franca; no hay prejuicios entre nosotros. Vivimos según la verdad, nos amamos y aprendemos unos de otros a corregir nuestros defectos. Unánimemente, cumplimos nuestro deber y ofrecemos nuestra devoción. En el camino hacia el reino, las palabras de Dios nos guían para que superemos las adversidades y las dificultades. Las palabras de Dios revelan Su omnipotencia, conquistan y forman un grupo de vencedores. El pueblo elegido de Dios de todas las naciones regresa ante Dios. El pueblo de Dios vive junto a Dios y lo alaba por siempre. La voluntad de Dios se lleva a cabo en la tierra, el reino de Cristo ha aparecido. La justicia y la santidad de Dios se manifiestan, el cielo y la tierra se renuevan. El pueblo del reino teme a Dios y evita el mal, y vive en la luz. El pueblo de Dios vive junto a Dios y lo alaba por siempre. La voluntad de Dios se lleva a cabo en la tierra, el reino de Cristo ha aparecido. La justicia y la santidad de Dios se manifiestan, el cielo y la tierra se renuevan. El pueblo del reino teme a Dios y evita el mal, y vive en la luz. Ah, eh… ahí está el cielo. ¡Oh, es un cielo tan diferente!
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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