El Relámpago Oriental, Dios Todopoderoso, es la segunda venida del Señor Jesús. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. ¡En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido! Invitamos a quienes buscan la verdad con el corazón a venir aquí y mirar.

菜单

INICIO

lunes, 15 de marzo de 2021

La Palabra de Dios | Cómo servir en armonía con la voluntad de Dios

 La Palabra de Dios | Cómo servir en armonía con la voluntad de Dios

Cómo servir en armonía con la voluntad de Dios

Hoy compartiremos principalmente cómo deben servir las personas a Dios en su creencia en Él, qué condiciones deben cumplirse y que deben entender los que sirven a Dios, y qué divergencias existen en vuestro servicio. Deberíais entender todo esto. Son asuntos que afectan vuestra forma de creer en Dios, de caminar por la senda de la dirección del Espíritu Santo, cómo dispone Dios vuestro todo y os permitirán conocer cada paso de Su obra en vosotros. Cuando alcancéis ese punto, apreciaréis qué es la fe en Dios, cómo creer apropiadamente en Él y qué debéis hacer para actuar en armonía con la voluntad de Dios. Esto os hará completa y totalmente obedientes a la obra de Dios, y no tendréis quejas ni juzgaréis o analizaréis, y mucho menos investigaréis. Además, seréis todos capaces de obedecer a Dios hasta le muerte, permitiéndole dirigiros y mataros como a una oveja, de forma que podáis ser todos los Pedros de los años 90, y podáis amar a Dios hasta lo sumo incluso sobre la cruz, sin la más mínima queja. Sólo entonces podréis vivir como los Pedros de los años 90.

Todo aquel que así lo haya decidido puede servir a Dios; sin embargo, sólo aquellos que le presten toda la atención a la voluntad de Dios y la entiendan están cualificados y facultados para servirle. En vuestras experiencias puede verse que muchas personas creen que servir a Dios significa difundir con fervor Su evangelio, recorrer los caminos, gastar y sacrificarse por Él, y así sucesivamente; las personas más religiosas creen incluso que servir a Dios significa corretear con una Biblia en las manos, extender el evangelio del reino celestial y salvar a las personas haciendo que se arrepientan y confiesen; existen muchos oficiales religiosos que piensan que servir a Dios es predicar en capillas después de estudiar en el seminario, enseñar a las personas leyendo capítulos de la Biblia; muchos hermanos y hermanas creen que servir a Dios significa no casarse nunca y no levantar una familia, y dedicar todo su ser a Él; también hay personas en regiones pobres que creen que servir a Dios significa sanar a los enfermos y echar fuera demonios, u orar por los hermanos y hermanas, o servir entre ellos; entre vosotros, hay muchos que creen que servir a Dios significa comer y beber Sus palabras, y orar a Él cada día, así como visitar iglesias en todas partes; también están las personas que dicen que vivir la vida de la iglesia es servir a Dios. Pero pocas personas saben lo que significa actualmente servir a Dios. Aunque hay tantos que sirven a Dios como estrellas en el cielo, el número de los que pueden servir directamente, y que pueden servir a la voluntad de Dios, es insignificante, extremadamente pequeño. ¿Por qué digo esto? Lo digo porque no entendéis la esencia de la expresión “servicio a Dios”, y comprendéis muy poco de cómo servir a la voluntad de Dios. Hoy compartimos principalmente cómo servir según la voluntad de Dios y hacerlo para satisfacerla.

Si deseáis servir de acuerdo con la voluntad de Dios, debéis entender primero a qué tipo de personas ama, aborrece, perfecciona y cuáles están capacitadas para servirle. Esto es lo mínimo con lo que deberíais estar equipados. Además, deberíais conocer los objetivos de la obra de Dios, y la que Él hará aquí y ahora. Después de entender esto, y a través de la dirección de Sus palabras, seréis los primeros en entrar y recibir la comisión de Dios. Cuando experimentáis realmente en base a Sus palabras, y cuando conocéis de verdad Su obra, estaréis capacitados para servirle. Y cuando le servís, Dios esclarece vuestros ojos espirituales, os permite tener un mayor entendimiento de Su obra y ver con más claridad. Cuando entras en esta realidad, tus experiencias serán más profundas y prácticas, y todos aquellos de vosotros que hayáis tenido esas experiencias seréis capaces de caminar por las iglesias y proveer a vuestros hermanos y hermanas, cada lado apoyándose en las fortalezas del otro, para compensar vuestras propias deficiencias y obtener un conocimiento más rico en vuestros espíritus. Sólo después de lograr este efecto seréis capaces de servir según la voluntad de Dios y ser perfeccionados por Él en el transcurso de vuestro servicio.

Los que sirven a Dios deben ser íntimos con Él; deberían ser amados por Dios y que puedan tener lealtad absoluta hacia Él. Independientemente de si actúas a espaldas de las personas, o delante de ellas, eres capaz de obtener el gozo de Dios delante de Él, de mantenerte firme delante de Él, e independientemente de cómo te traten otras personas, siempre caminarás por tu propia senda, y consideras la responsabilidad de Dios. Sólo así se es un íntimo de Dios. Que los íntimos de Dios sean capaces de servirle directamente se debe a que se les ha dado Su gran comisión y Su carga, a que son capaces de tomar el corazón de Dios como suyo, y la carga de Dios como suya, y no analizan si ganan o pierden perspectiva: incluso cuando no tengan expectativas ni obtengan nada, siempre creerán en Dios con un corazón amoroso. Por tanto, este tipo de persona es un íntimo de Dios; asimismo, son también Sus confidentes; sólo estos podrían compartir Su inquietud, y Sus necesidades, y aunque su carne es dolorosa y débil, son capaces de soportar el dolor y abandonar lo que aman para satisfacer a Dios. Él da más cargas a esas personas, y lo que Él hará se expresa por medio de ellas. Así, estas personas serán amadas por Dios, son siervos de Dios según Su corazón, y sólo ellos pueden gobernar junto a Él. Cuando hayas llegado a ser de verdad un íntimo de Dios es precisamente cuando gobernarás junto a Él.

Jesús fue capaz de completar la comisión de Dios —la obra de la redención de toda la humanidad—, porque Él consideró la voluntad de Dios, sin Sus propios planes ni consideraciones personales. Él también era un íntimo de Dios, Dios mismo, algo que todos entendéis muy bien. (Realmente, era Dios mismo al que Dios dio testimonio; menciono esto aquí para ilustrar la cuestión mediante la realidad de Jesús.) Él fue capaz de poner el plan de gestión de Dios como el centro mismo, y siempre oró al Padre celestial y buscó Su voluntad. Él oró, diciendo: “¡Dios Padre! Cumple lo que sea Tu voluntad, y no actúes según Mis propósitos; hazlo según Tu plan. El hombre puede ser débil, ¿pero por qué deberías preocuparte por él? ¿Cómo podría ser el hombre el objeto de Tu preocupación, el ser humano que es como una hormiga en Tu mano? En Mi corazón sólo deseo cumplir Tu voluntad, y quisiera que pudieras hacer lo que desearas en Mí, según Tus propios propósitos”. En el camino hacia Jerusalén, Jesús se sintió angustiado, como si le estuvieran retorciendo un cuchillo en el corazón, pero no tenía la más mínima intención de volverse atrás en Su palabra; siempre había una poderosa fuerza que lo empujaba hacia adelante hacia el lugar de Su crucifixión. Finalmente, fue clavado en la cruz y se convirtió en la semejanza de la carne pecaminosa, completando esa obra de redención de la humanidad, y levantándose por encima de los grilletes de la muerte y el Hades. Delante de Él, la mortalidad, el infierno y el Hades perdieron su poder, y Él los venció. Vivió treinta y tres años en los que siempre hizo todo lo que pudo para cumplir la voluntad de Dios, según Su obra en ese momento, no considerando nunca Su propia ganancia o pérdida personal, y pensando siempre en la voluntad de Dios Padre. Por ello, después de ser bautizado, Dios dijo de Él: “Este es Mi Hijo amado, en quién me regocijo grandemente”. Por Su servicio delante de Dios, que estaba en armonía con la voluntad de este, Dios colocó sobre Sus hombros la pesada carga de redimir a toda la humanidad y le hizo ir adelante para cumplirla, capacitándolo y autorizándolo para completar tan importante tarea. A lo largo de Su vida, soportó un sufrimiento inconmensurable por Dios, y Satanás lo tentó innumerables veces; pero nunca se descorazonó. Dios le encomendó esa tarea porque confiaba en Él, y lo amaba, y por eso dijo personalmente: “Este es Mi Hijo amado, en quién me regocijo grandemente”. En ese momento, sólo Jesús podía cumplir esta comisión, y esta era una parte de la terminación de Dios de Su obra de redención de toda la humanidad en la Era de la Gracia.

Si, como Jesús, podéis considerar las cargas de Dios, y dais la espalda a vuestra carne, Él os confiará Sus importantes tareas, de forma que cumpláis las condiciones de servir a Dios. Sólo bajo tales circunstancias os atreveréis a decir que estáis haciendo la voluntad de Dios y completando Su comisión, sólo entonces os atreveréis a decir que estáis sirviendo verdaderamente a Dios. En comparación con el ejemplo de Jesús, ¿te atreves a decir que eres un íntimo de Dios? ¿Te atreves a decir que estás haciendo la voluntad de Dios? ¿Te atreves a decir que estás sirviendo realmente a Dios? Si, hoy, no entiendes ese servicio a Dios, ¿te atreves a decir que eres un íntimo de Dios? Si dices que sirves a Dios, ¿no blasfemas contra Él? Piensa en ello: ¿estás sirviendo a Dios, o a ti mismo? Sirves a Satanás, pero dices tozudamente que estás sirviendo a Dios, ¿no estás blasfemando contra Dios en esto? Muchas personas detrás de Mí codician la bendición del estatus, se dan atracones de comida, aman dormir y prestar toda la atención a la carne, siempre temerosos de que no haya salida de ella. No desarrollan su función normal en la iglesia, y comen gratuitamente, o amonestan a sus hermanos y hermanas con Mis palabras, se exaltan y señorean sobre los demás. Estas personas siguen diciendo que están haciendo la voluntad de Dios, siempre dicen que son los íntimos de Dios, ¿no es esto absurdo? Si tienen las motivaciones correctas, pero eres incapaz de servir a la voluntad de Dios, estás siendo insensato; pero si tus motivaciones no son correctas, y sigues diciendo que sirves a Dios, eres alguien que se opone a Dios, ¡y deberías ser castigado por Él! ¡No tengo simpatía por tales personas! En la casa de Dios comen gratuitamente, y siempre codician las comodidades de la carne, y no consideran los intereses de Dios; siempre buscan lo que es bueno para ellos, no prestan atención a la voluntad de Dios, y el Espíritu de Dios no escudriña todo lo que hacen, siempre están maquinando y tramando contras sus hermanos y hermanas, y tienen dos caras, como un zorro en una viña, siempre robando uvas y pisoteando la misma. ¿Pueden ser tales personas los íntimos de Dios? ¿Eres apto para recibir las bendiciones de Dios? No asumes responsabilidades para tu vida y la iglesia, ¿eres apto para recibir la comisión de Dios? ¿Quién se atrevería a confiar en alguien como tú? Cuando sirves así, ¿podría atreverse Dios a confiarte una tarea mayor? ¿No estás retrasando las cosas?

Os digo esto para que podáis saber qué condiciones deben cumplirse a fin de servir en armonía con la voluntad de Dios. Si no dais vuestro corazón a Dios, si no consideras la voluntad de Dios como Jesús, Dios no puede confiar en vosotros, y acabará juzgándoos. Quizás hoy, en tu servicio a Dios, siempre albergas el propósito de engañarlo, pero Él seguirá tomando nota de ti. En resumen, independientemente de todo lo demás, si engañas a Dios caerá sobre ti un juicio despiadado. Deberíais aprovecharos de haber entrado en el verdadero camino del servicio a Dios para darle en primer lugar vuestro corazón, sin lealtades divididas. Independientemente de si estas delante de Dios, o de otras personas, tu corazón siempre debería mirar a Dios, y tendrías que estar decidido a amarlo tal como lo hizo Jesús. De esta forma, Dios te hará perfecto, de forma que te conviertas en un siervo suyo que sea conforme a Su corazón. Si deseas sinceramente que Dios te perfeccione, y que tu servicio esté en armonía con Su voluntad, deberías cambiar tus opiniones anteriores acerca de la fe en Él, y la forma en que le servías, de manera que Él pueda perfeccionar más de ti; así, Dios no te abandonará y, como Pedro, estarás a la vanguardia de aquellos que le aman. Si sigues sin arrepentirte, tendrás el mismo final que Judas. Todos los que creen en Dios deberían entender esto.

De “La Palabra manifestada en carne”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

domingo, 14 de marzo de 2021

Obra de teatro cristiana | Una familia al límite (Español Latino)

 Obra de teatro cristiana | Una familia al límite (Español Latino)

A Su Xiangchen la detienen en una reunión, y su esposo, Chen Jianwei, miembro de las Fuerzas Armadas , lo denuncia ante su jefe cuando se entera. Su jefe lo amenaza y le ordena que obligue a Su Xiangchen a renunciar a su fe; si no, también él se verá implicado y lo expulsarán del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas. Jianwei intenta convencer a Xiangchen de que renuncie a su fe empleando tácticas duras y blandas, con el fin de preservar su puesto y su medio de vida, mientras le prohíbe ir a reuniones o leer las palabras de Dios. Además, llama a otros familiares incrédulos para que intervengan y la obliguen a elegir entre su fe y su familia. ¿Qué elegirá Xiangchen? Te invitamos a ver la obra de teatro Una familia al límite.

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

La Palabra de Dios | Las formas religiosas de servicio deben ser prohibidas

 La Palabra de Dios | Las formas religiosas de servicio deben ser prohibidas

Desde el inicio de Su obra en todo el universo, Dios ha predestinado a muchas personas para que le sirvan, incluyendo gente de todo tipo. Su propósito es cumplir Su propia voluntad y asegurar que Su obra sobre la tierra se lleve a buen término. Este es el propósito de Dios al escoger gente que le sirva. Toda persona que sirva a Dios debe entender esta voluntad de Dios. A través de esta obra suya, la gente está mejor capacitada para ver la sabiduría de Dios y la omnipotencia de Dios, y ver los principios de Su obra en la tierra. Prácticamente, Dios viene a la tierra a hacer Su obra y contactar gente para que ellos conozcan con mayor claridad Sus obras. Hoy en día, este grupo de vosotros sois afortunados de servir al Dios práctico. Esta es una gran bendición para vosotros. Dios realmente os está levantando. Cuando Dios selecciona a una persona para servirle, Él siempre tiene Sus propios principios. Servir a Dios no es solamente un asunto de entusiasmo, como se lo imagina la gente. Hoy una persona puede servir a Dios en Su presencia, como podéis ver, porque es guiada por Dios y tiene la obra del Espíritu Santo; y porque es buscadora de la verdad. Estos son los requisitos mínimos para un siervo de Dios.

Servir a Dios no es una tarea sencilla. Aquellos a quienes no se les cambia su carácter pervertido nunca pueden servir a Dios. Si tu carácter no ha sido juzgado y castigado por la palabra de Dios, entonces tu carácter todavía representa a Satanás. Esto es suficiente para probar que tu servicio a Dios viene de tu propia buena intención. Es un servicio que se basa en tu naturaleza satánica. Sirves a Dios con tu carácter natural y de acuerdo a tus preferencias personales; es más, sigues pensando que Dios ama lo que sea que te guste y que odia lo que sea que no te guste, y tu trabajo está completamente guiado por tus propias preferencias. ¿Se puede llamar esto servir a Dios? En última instancia, tu carácter de vida no cambiará ni un ápice. De hecho te volverás más terco, porque has estado sirviendo a Dios y esto hará que tu carácter corrupto se arraigue profundamente. De esta manera, desarrollarás internamente normas sobre el servicio a Dios que se basan fundamentalmente en tu propio temperamento y en la experiencia derivada de tu servicio de acuerdo con tu propio carácter. Esta es la experiencia y lecciones humanas. Es la filosofía de vida del hombre. La gente como esta está entre los fariseos y los líderes religiosos. Si nunca despiertan y se arrepienten, entonces finalmente se volverán a los falsos cristos quienes aparecerán en los últimos días. Serán impostores. Los falsos cristos y los impostores de los que se habló saldrán de esta clase de gente. Si aquellos que sirven a Dios siguen su conducta y actúan de acuerdo a su propia voluntad, entonces están en peligro constante de ser expulsados. Aquellos quienes aplican sus muchos años de experiencia sirviendo a Dios para atrapar los corazones de la gente, exhortar y controlar a la gente, se enaltecen a sí mismos —y los que nunca se arrepientan, y nunca confiesen, y nunca renuncien a los beneficios de la posición— estas personas caerán ante Dios. Son personas del mismo tipo que Pablo, vanidosas y presumidas en cuanto a su jerarquía y calificaciones. Dios no traerá a la perfección a gente como esta. Esta clase de servicio interfiere con la obra de Dios. La gente ama aferrarse a lo viejo. Se aferra a las nociones del pasado, se aferra a las cosas del pasado. Este es un gran obstáculo a su servicio. Si no puedes librarte de ellas, esas cosas ahogarán toda tu vida. Dios no te elogiará, no en lo más mínimo, ni siquiera si revientas tus piernas o te rompes la espalda trabajando, ni siquiera si eres martirizado en tu servicio a Dios. Todo lo contrario; Él va a decir que tú eres un hacedor de maldad.

A partir de hoy, Dios formalmente perfeccionará a aquellos quienes no tienen nociones religiosas, quienes están listos para hacer a un lado su vieja naturaleza, y a quienes sencillamente obedecen a Dios, y Él perfeccionará a aquellos quienes anhelan la palabra de Dios. Esta gente debe ponerse de pie y servir a Dios. En Dios hay abundancia sin fin y una sabiduría inagotable. Su obra sorprendente y Sus palabras preciosas están ahí para que más gente las disfrute. Tal y como se ven, estas nuevas cosas no pueden ser aceptadas por quienes tienen nociones religiosas, aquellos quienes asumen una jerarquía, y aquellos quienes no van a dejar a un lado sus viejas naturalezas. El Espíritu Santo no tiene oportunidad de perfeccionar a esa gente. Si una persona no tiene la voluntad de obedecer, y no tiene sed de la palabra de Dios, entonces será incapaz de recibir las cosas nuevas. Sólo se volverán más y más rebeldes, más y más astutos y terminarán en el camino equivocado. En la obra de Dios ahora, Él levantará más gente que sinceramente lo ame y que pueda aceptar la nueva luz. Y Él cortará por completo a los líderes religiosos que hacen alarde de su jerarquía. No quiere ni una sola persona que se resista al cambio. ¿Quieres ser una de esas personas? ¿Llevas a cabo tu servicio de acuerdo a tus propias preferencias o haces lo que Dios quiere? Esto es algo que debes conocer por ti mismo. ¿Eres uno de los líderes religiosos o eres un bebé recién nacido siendo perfeccionado por Dios? ¿Qué tanto de tu servicio es aprobado por el Espíritu Santo? ¿Qué tanto de ese servicio Dios ni siquiera recordará? Después de muchos años de servicio, ¿qué tanta diferencia has hecho en tu vida? ¿Estás claro acerca de todo esto? Si tienes fe verdadera, entonces expulsarás tus viejas nociones religiosas y servirás mejor a Dios de una nueva manera. Si das el paso ahora, no es demasiado tarde. Las viejas nociones religiosas estrangularán la vida de una persona. La experiencia que una persona adquiere la conducirá lejos de Dios y a hacer las cosas a su propia manera. Si no abandonas estas cosas, se volverán una piedra de tropiezo para tu crecimiento en la vida. Dios siempre ha perfeccionado a quienes le sirven. Él no los repudia a la ligera. Hay un futuro para ti si de verdad aceptas el juicio y el castigo de la palabra de Dios, si puedes hacer a un lado tus viejas prácticas y doctrinas religiosas y evitas usar viejas nociones religiosas como la medida de la palabra de Dios hoy. Pero si te aferras a las cosas viejas, si todavía las atesoras, entonces no puedes ser salvado. Dios hará caso omiso de gente así. Si realmente quieres ser perfeccionado, entonces debes decidir abandonar completamente todo lo anterior. Incluso si lo que se hizo antes era correcto, incluso si era la obra de Dios, deberás hacerla a un lado; no debes aferrarte a ella. Incluso si claramente era la obra del Espíritu Santo, hecha directamente por el Espíritu Santo, el día de hoy la debes hacer a un lado. No te debes aferrar a ella. Esto es lo que Dios exige. Todo debe ser renovado. En la obra de Dios y en la palabra de Dios, Él no hace referencia a las cosas viejas que sucedieron antes y no escarba en la historia antigua. Dios siempre es nuevo y nunca viejo. Ni siquiera se aferra a Sus propias palabras del pasado. Esto muestra que Dios no sigue ninguna doctrina. Si tú siempre te aferras fuertemente a las cosas del pasado y las aplicas rígidamente como fórmulas a pesar de que Dios ya no esté obrando como lo hizo antes, entonces, ¿no son tus palabras y acciones como una disrupción humana? ¿No te has convertido en enemigo de Dios? ¿Estás dispuesto a desperdiciar toda tu vida por esas cosas viejas? Estas cosas viejas te hacen una persona que obstruye la obra de Dios. ¿Es esa la clase de persona que quieres ser? Si realmente no quieres eso, entonces detén rápidamente lo que estás haciendo y date la vuelta; comienza todo de nuevo. Dios no recuerda tu servicio pasado.

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

sábado, 13 de marzo de 2021

Palabras diarias de Dios | Fragmento 41 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

 Palabras diarias de Dios | Fragmento 41 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

Satanás tienta a Job por primera vez (le roban su ganado y la calamidad cae sobre sus hijos)

A. Las palabras que Dios habló

(Job 1:8) Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal.

(Job 1:12) Y Jehová dijo a Satanás: Mira, todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él. Entonces Satanás salió de la presencia de Jehová.

B. La respuesta de Satanás

(Job 1:9-11) Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente.

Dios le permite a Satanás que tiente a Job para que su fe se perfeccione

Job 1:8 es el primer relato que vemos en la Biblia de un diálogo entre Jehová Dios y Satanás. ¿Y qué dijo Dios? El texto original provee el siguiente relato: “Y Jehová dijo a Satanás: ¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. Esta fue la valoración que Dios hizo de Job delante de Satanás; lo catalogó como hombre perfecto y recto, que temía a Dios y se apartaba del mal. Antes de estas palabras entre Dios y Satanás, el primero había decidido usar a Satanás para tentar a Job: lo entregaría en manos de Satanás. Por un lado, esto demostraría que la observación y la evaluación que Dios hizo sobre Job eran precisas y sin error, y que provocaría que Satanás fuera avergonzado por medio del testimonio de Job; por otro, perfeccionaría la fe de este en Dios y su temor de Él. Por tanto, cuando Satanás vino delante de Dios, este no fue ambiguo. Fue directamente al grano y le preguntó a Satanás: “¿Has considerado a Mi siervo Job? No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. La pregunta de Dios conlleva el siguiente significado: Dios sabía que Satanás había deambulado por todas partes, y había espiado con frecuencia a Job, Su siervo. Lo había tentado y atacado a menudo, tratando de encontrar una forma de traer la ruina sobre él para demostrar que su fe en Dios y su temor de Él no podrían mantenerse firmes. Satanás también buscó, flagrantemente, oportunidades para destruir a Job, para que renunciara a Dios y esto le permitiera arrebatarlo de Sus manos. Pero Dios miró dentro del corazón de Job y vio que era perfecto y recto, y que le temía y se apartaba del mal. Dios usó una pregunta para decirle a Satanás que Job era un hombre perfecto y recto que le temía y se apartaba del mal, que nunca renunciaría a Él para seguirle. Oyendo la valoración que Dios hacía de Job, se produjo en Satanás un enfurecimiento nacido de la humillación, se enojó aún más, y se impacientó más para arrebatar a Job, porque nunca creyó que alguien pudiera ser perfecto y recto, o que pudiera temer a Dios y apartarse del mal. Al mismo tiempo, Satanás también aborrecía la perfección y la rectitud en el hombre, y odiaba a las personas que podían temer a Dios y apartarse del mal. Así está escrito en Job 1:9-11: “Entonces Satanás respondió a Jehová, y dijo: ¿Teme Job a Dios en vano? ¿No has puesto una cerca alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene por doquier? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra. Pero estira Tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, y él te maldecirá de frente”. Dios estaba íntimamente familiarizado con la naturaleza maliciosa de Satanás, y sabía muy bien que desde hacía mucho este había planeado traer la ruina sobre Job, y por tanto Dios deseaba decirle una vez más a Satanás que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, y con ello obligarlo a revelar su verdadero rostro y que atacara y tentara a Job. En otras palabras, Dios deliberadamente enfatizó que Job era perfecto y recto, que temía a Dios y que se había apartado del mal, provocando con ello que Satanás atacara a Job por el odio y la ira que sentía de que este fuera un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal. Como consecuencia, Dios traería vergüenza sobre Satanás por medio del hecho de que Job era un hombre perfecto y recto, uno que temía a Dios y que se había apartado del mal, y Satanás quedaría totalmente humillado y derrotado. Después de esto, Satanás ya no dudaría más ni haría más acusaciones respecto a Job en cuanto a su perfección, justicia, temor de Dios o alejamiento del mal. De esta forma, la prueba de Dios y la tentación de Satanás eran casi inevitables. El único capaz de resistirlas era Job. Tras el diálogo, Satanás consiguió el permiso para tentar a Job. Así comenzó su primera ronda de ataques. El objetivo de los mismos fueron las propiedades de Job, porque Satanás hizo la siguiente acusación contra él: “¿Teme Job a Dios en vano? […] Has bendecido el trabajo de sus manos y sus propiedades han crecido en la tierra”. Por tanto, Dios le permitió a Satanás que tomara todos los bienes de Job: propósito de la conversación entre Dios y Satanás. Sin embargo, Dios le exigió una cosa a Satanás: “Mira, todo lo que él posee está en tu poder, solo que no pongas tu mano sobre él” (Job 1:12). Esta fue la condición de Dios tras permitirle a Satanás tentar a Job y dejar a este en sus manos. Fue el límite establecido: le ordenó no hacerle daño a Job. Dios reconoció que este era perfecto y recto, y tenía fe en que su perfección y rectitud estuvieran fuera de toda duda, y en que pudiera resistir la prueba. Así pues, permitió la tentación de Satanás, pero le impuso una restricción: podía tomar todas las propiedades de Job, pero no podía ponerle un dedo encima. ¿Qué quiere decir esto? Significa que Dios no entregó a Job del todo en manos de Satanás. Este podía tentarlo con los medios que quisiese, pero no podía hacerle daño, ni siquiera a un pelo de su cabeza, porque Dios controla la totalidad del hombre, decide si este vive o muere, y Satanás no tiene tal licencia. Después de que le dirigiera estas palabras a Satanás, este se sentía impaciente por empezar. Usó todos los medios para tentar a Job, y este no tardó en perder abundantes ovejas y bueyes, así como todas las propiedades que Dios le había dado… De este modo llegaron a él las pruebas de Dios.

Aunque la Biblia nos habla de los orígenes de la tentación de Job, ¿era Job, el objeto de las mismas, consciente de lo que estaba aconteciendo? Sólo era un hombre mortal; por supuesto, no sabía nada de la historia que se desarrollaba a sus espaldas. Sin embargo, su temor de Dios, su perfección y su rectitud, hicieron que tomara consciencia de que las pruebas de Dios habían venido sobre él. Desconocía lo que sucedió en el reino espiritual y cuáles eran los propósitos de Dios subyacentes a estas. No obstante, sabía que independientemente de lo que le ocurriese, debía mantenerse en su perfección y su rectitud, permanecer en el camino del temor a Dios y apartarse del mal. Dios observó claramente la actitud y la reacción de Job ante estos asuntos. ¿Y qué vio? Vio el corazón de Job, que le temía, porque desde el principio hasta que fue probado, su corazón permaneció abierto a Dios, expuesto delante de Él, y Job no renunció a su perfección o rectitud ni desechó, ni se alejó del camino del temor a Dios ni de apartarse del mal; nada era más gratificante para Dios.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

Música cristiana | El amor y la esencia de Dios son abnegados

 Música cristiana | El amor y la esencia de Dios son abnegados

Dios da lo mejor, Su mejor lado da.
Las mejores cosas da.
Nunca revela Su sufrimiento.
Él sufre esperando en silencio.
No es insensibilidad ni una muestra de debilidad.
El amor y la esencia de Dios son siempre abnegados.
Dios da lo mejor, Su mejor lado da.
Da las mejores cosas, da.
Por toda la humanidad Él sufre, 
Él sufre en silencio.
En silencio da, da lo mejor de sí.
Nunca revela Su sufrimiento.
Dios, Él sufre esperando en silencio.
Esta es la expresión de Su esencia y carácter,
de quién es Él en realidad: el Creador de todo.
Dios da lo mejor, Su mejor lado da.
Da las mejores cosas, da.
Por la humanidad Él sufre, Él sufre en silencio.
En silencio da, da lo mejor de sí.
Da lo mejor de sí, Él da lo mejor de sí.
Dios da lo mejor, Su mejor lado da.
Da las mejores cosas, da.
Por la humanidad Él sufre, 
Él sufre en silencio.
En silencio da.
En silencio da lo mejor de sí.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

viernes, 12 de marzo de 2021

Palabras diarias de Dios | Fragmento 19 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"

 
 Palabras diarias de Dios | Fragmento 19 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"

Esas personas que Dios no reconoce
Hay algunas personas cuya creencia nunca ha sido reconocida en el corazón de Dios. En otras palabras, Él no reconoce a estas personas como seguidores suyos, porque no elogia su creencia. Independientemente de cuántos años hayan seguido a Dios, sus ideas y opiniones nunca han cambiado. Son como los incrédulos, se adhieren a sus principios y a su manera de hacer las cosas, a sus leyes de supervivencia y creencia. Nunca aceptaron la palabra de Dios como su vida ni creyeron que Su palabra fuera la verdad, ni tuvieron intención de aceptar Su salvación, y nunca lo reconocieron como su Dios. Consideran que creer en Dios es una especie de pasatiempo de aficionado, tratan a Dios simplemente como un sustento espiritual, por lo que no piensan que merezca la pena probar y entender Su carácter, o Su esencia. Se podría decir que todo lo que corresponde al Dios verdadero no tiene nada que ver con estas personas. No están interesadas, y no se les puede importunar para que respondan. Esto se debe a que, en lo profundo de su corazón, una voz intensa les advierte siempre: Dios es invisible e intocable, y Dios no existe. Creen que intentar entender a esta clase de Dios no merece sus esfuerzos; sería engañarse a uno mismo. Sólo reconocen a Dios de palabra y no adoptan una posición real. Tampoco hacen nada en términos prácticos, creyéndose muy listos. ¿Cómo mira Dios a estas personas? Las ve como no creyentes. Algunos preguntan: “¿Pueden leer los incrédulos la palabra de Dios? ¿Pueden cumplir con su deber? ¿Pueden pronunciar estas palabras: ‘Viviré para Dios’?”. Lo que el hombre ve con frecuencia son las demostraciones superficiales de las personas, no su esencia. Pero Dios no mira estas exhibiciones superficiales; Él sólo ve su esencia interior. Por tanto, esta es la clase de actitud y definición de Dios hacia estas personas. Con respecto a lo que ellas dicen: “¿Por qué hace esto Dios? ¿Por qué hace Dios aquello? No puedo entender esto; no puedo entender aquello; esto no se conforma a las nociones del hombre; debes explicarme…”. Mi respuesta es: ¿Es necesario explicarte este asunto? ¿Tiene este asunto algo que ver contigo? ¿Quién te crees que eres? ¿De dónde viniste? ¿Estás cualificado para darle indicaciones a Dios? ¿Crees en Él? ¿Reconoce Él tu creencia? Como esta no tiene nada que ver con Dios, ¿qué son para ti Sus acciones? ¿No sabes dónde te encuentras en el corazón de Dios, pero estás cualificado para dialogar con Él?
Palabras de amonestación
¿No os sentís incómodos después de oír estas observaciones? Aunque podáis no estar dispuestos a escuchar estas palabras o aceptarlas, son realidades. Como en esta etapa de la obra es Dios quien actúa, si no te preocupas de Sus propósitos, de Su actitud, y no entiendes Su esencia y carácter, al final serás tú quien pierda. No echéis la culpa a Mis palabras porque son duras de escuchar, y no las culpéis por desinflar vuestro entusiasmo. Digo la verdad; no pretendo desanimaros. Independientemente de lo que pida de vosotros, y de la forma de hacerlo, espero que andéis por la senda correcta, y que sigáis el camino de Dios sin desviaros de él. Si no procedes de acuerdo con la palabra de Dios, y no sigues Su camino, sin lugar a dudas te estarás rebelando contra Él y te habrás desviado de la senda correcta. Así pues, siento que existen algunos asuntos que debo aclararos, para haceros creer de forma inequívoca, clara, sin un ápice de incertidumbre, y para ayudaros a conocer explícitamente la actitud de Dios, Sus propósitos, cómo perfecciona al hombre, y de qué forma establece sus desenlaces. Si llegase el día en que fueses incapaz de embarcarte en esta senda, Yo no tengo responsabilidad alguna, porque ya te habré hablado estas palabras con suma claridad. En cuanto a cómo trates tu propio desenlace, es algo que te compete por completo a ti. Dios tiene diferentes actitudes en relación a los desenlaces de los distintos tipos de personas. Él tiene Sus propias maneras de evaluar al hombre, y Su propio estándar de requisitos. Su norma de evaluación de las personas es justa para todos; ¡de esto no hay la menor duda! Por tanto, los temores de algunos son innecesarios. ¿Os sentís aliviados ahora?

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

Testimonio cristiano 2020 | La luz del juicio (Español Latino)

 Testimonio cristiano 2020 | La luz del juicio (Español Latino)

Un día, mientras navega por Facebook, la protagonista ve una publicación bajo la cual la gente debate el juicio de Dios en los últimos días. Cada quien dice una cosa, así que decide encontrar respuesta con una búsqueda del juicio. Descubre un himno de la Iglesia de Dios Todopoderoso titulado “El castigo y el juicio de Dios son la luz de la salvación del hombre”. La letra despierta su curiosidad, y se pregunta: ¿Que Dios juzgue a la gente no significa, simplemente, que la condena? ¿Por qué habrían de decir que esa es la luz de la salvación del hombre? ¿Cómo realiza Dios Su juicio en los últimos días? Entonces comienza a buscarlo e investigarlo sinceramente y lee muchas de las palabras de Dios Todopoderoso, hasta que finalmente descifra el misterio del juicio.

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

jueves, 11 de marzo de 2021

Palabras diarias de Dios | Fragmento 37 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

Palabras diarias de Dios | Fragmento 37 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

Testimonio cristiano | Escapar del molino de rumores (Español Latino)

 Testimonio cristiano | Escapar del molino de rumores (Español Latino)

William, cristiano, conoce por casualidad a unos hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Al reunirse y hablar con ellos aprende un gran número de verdades y misterios que nunca antes había comprendido dentro su fe y se siente muy sustentado en lo espiritual. Sin embargo, luego descubre unos rumores en internet que lo dejan incómodo y confundido: ¿Es posible que la Iglesia de Dios Todopoderoso sea realmente lo que se dice en internet? ¿Debería seguir estudiándola? Y si Dios Todopoderoso es el auténtico regreso del Señor, ¿no perderá la oportunidad de recibirlo si no lo investiga? Con la maravillosa guía de Dios, decide renunciar a sus nociones y continúa investigándolo. Logra entender el principio para estudiar el camino verdadero por medio de la lectura de las palabras de Dios Todopoderoso, aprende a discernir las mentiras y se asegura de que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús. Entonces acepta gozoso la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días.

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

miércoles, 10 de marzo de 2021

Música cristiana 2020 | La identidad de Cristo es Dios mismo

 Música cristiana 2020 | La identidad de Cristo es Dios mismo

I
Ya que Dios se hace carne, obra en la identidad de Su carne;
ya que viene en la carne,
entonces termina en la carne la obra que debía hacer.
Ya sea el Espíritu de Dios o Cristo, ambos son Dios mismo
y Él hace la obra que debe hacer
y desempeña el ministerio que debe desempeñar.
Independientemente de cómo lleve a cabo Su obra,
no actuaría de una manera en la que desobedeciera a Dios.
No importa qué pida Él del hombre,
ninguna demanda excede lo que el hombre puede lograr.
Todo lo que Él hace es hacer la voluntad de Dios
y es en aras de Su gestión.
II
La divinidad de Cristo está por encima de todos los hombres;
por lo tanto, Él es la autoridad suprema de todos los seres creados.
Esta autoridad es Su divinidad,
es decir, el carácter y el ser de Dios mismo,
que determina Su identidad.
Por lo tanto, no importa qué tan normal sea Su humanidad,
es innegable que tiene la identidad de Dios mismo;
no importa desde qué punto de vista hable
y la manera en la que Él obedezca la voluntad de Dios,
no puede decirse que no sea Dios mismo.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

Palabras diarias de Dios | Fragmento 16 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"

 Palabras diarias de Dios | Fragmento 16 | "Cómo conocer el carácter de Dios y los resultados que logrará Su obra"

La actitud de Dios hacia quienes huyen durante Su obra

Encontraréis este tipo de persona en todas partes: después de haber estado seguras respecto al camino de Dios, por diversas razones se marchan en silencio, sin despedirse, para ir y hacer lo que su corazón desea. Por el momento no nos detendremos en por qué lo hacen. Primero echaremos un vistazo a la actitud de Dios hacia este tipo de persona. ¡Está muy claro! Desde el momento en que se va, a los ojos de Dios su creencia ha llegado a su fin. No la ha acabado el individuo, sino Dios. Que esta persona le dejase significa que ya lo había rechazado, que ya no lo amaba. Significa que no acepta la salvación de Dios. Y si esta persona no quiere a Dios, ¿seguirá Él queriéndola? Además, cuando esta persona tiene esta actitud, esta opinión, y está decidida a abandonar a Dios, ya ha ofendido Su carácter. Aunque no estalló de ira ni maldijo a Dios ni se involucró en conducta vil o excesiva alguna, y aunque esta persona esté pensando: Si llega un día en que ya esté harto de divertirme fuera, o cuando siga necesitando a Dios para algo, volveré. O si Dios me lo pide, regresaré. O dice: Cuando me lastimen en el exterior, cuando vea que el mundo es allí demasiado oscuro y malvado, y ya no quiera seguir su corriente, retornaré a Dios. Aunque esta persona haya calculado en su mente el punto en el que va a volver, aunque haya dejado abierta la puerta para su regreso, no es consciente de que independientemente de cómo piense y planifique, todo esto no son más que ilusiones. Su mayor error es no tener claro cómo se siente Dios cuando ellos quieren marcharse. Empezando por el momento concreto en que la persona se decide a dejar a Dios, Él ya la ha abandonado; ya ha establecido su desenlace en Su corazón. ¿Y cuál es? Que esta persona es uno de los hámsteres, y perecerá con ellos. De modo que las personas ven a menudo este tipo de situación: alguien abandona a Dios, pero no recibe castigo. Dios opera según Sus propios principios. Las personas sólo pueden ver algunas cosas, pero otras sólo se deciden en el corazón de Dios, por lo que ellas no pueden ver el resultado. Lo que las personas ven no es necesariamente el lado verdadero de las cosas; pero el otro lado, el que tú no ves, son los verdaderos pensamientos y conclusiones del corazón de Dios.

Las personas que huyen durante la obra de Dios son los que abandonan el camino verdadero

¿Por qué puede Dios proporcionar un castigo tan grave a este tipo de persona? ¿Por qué está tan enfurecido con ellas? En primer lugar, sabemos que el carácter de Dios es majestad e ira. Él no es una oveja a la que cualquiera puede matar; más aún, no es un muñeco para que las personas lo controlen como quieran. Tampoco es aire que alguien pueda manejar a su antojo. Si crees realmente que Dios existe, debes tener un corazón que teme a Dios y debes saber que no se debe enojar a la esencia de Dios. Este enojo puede ser causado por una palabra, tal vez por un pensamiento o por cierto tipo de comportamiento vil; quizá por un comportamiento apacible, una conducta que sea aceptable a los ojos y a la ética del hombre; o quizás sea causado por una doctrina, una teoría. Sin embargo, una vez que enojas a Dios, has perdido tu oportunidad y han llegado tus últimos días. ¡Esto es algo terrible! Si no entiendes que no se puede ofender a Dios, es posible que no le tengas miedo, y le ofendas constantemente. Si no sabes cómo temer a Dios, eres incapaz de hacerlo, y desconocerás la forma de situarte en la senda para andar en Su camino: temer a Dios y apartarse del mal. Una vez que te das cuenta de ello, puedes tomar consciencia de que a Dios no se le puede ofender y entonces sabrás lo que es temer a Dios y apartarse del mal.

Andar en el camino de temer a Dios y apartarse del mal no tiene que ver necesariamente con la cantidad de verdad que conozcas, con cuántas pruebas hayas experimentado ni con cuánta disciplina hayas recibido. Más bien depende de la esencia de tu corazón respecto a Dios, y de tu actitud hacia Él. La esencia de las personas y sus actitudes subjetivas son muy importantes y fundamentales. En cuanto a quienes han renunciado y dejado a Dios, su actitud despreciable hacia Él y sus corazones que desprecian la verdad han ofendido el carácter de Dios; por tanto, en lo que a Él respecta nunca serán perdonados. Han sabido de la existencia de Dios, han recibido la información de que Él ya ha llegado, han experimentado Su nueva obra. Que ellos se hayan marchado no es un ejemplo de haber sido engañado ni de que se sientan confusos sobre ello. Y menos aún se les ha obligado a ello. Más bien, ellos han elegido dejar a Dios de forma consciente y con una mente clara. Su partida no se debe a que hayan perdido el rumbo ni a que hayan sido abandonados. A los ojos de Dios no son, pues, un cordero descarriado del rebaño, y mucho menos un hijo pródigo que ha perdido su rumbo. Se marcharon con impunidad, y esa condición, esa situación, ofende al carácter de Dios; a partir de esta ofensa, Él les da un desenlace sin esperanza. ¿No es terrible este tipo de resultado? De manera que, si las personas no conocen a Dios, lo pueden ofender. ¡Este no es un asunto baladí! Si alguien no se toma en serio la actitud de Dios, y sigue creyendo que Él está esperando su regreso —porque son uno de los corderos perdidos de Dios, y Él sigue esperando que experimenten un cambio de corazón— esta persona no dista mucho de su día de castigo. Dios no se limitará a negarse a admitirla. Es la segunda vez que ofende Su carácter; ¡es un tema aún más terrible! La actitud irreverente de esta persona ya ha ofendido el decreto administrativo de Dios. ¿Seguirá Él admitiéndola? Los principios de Dios respecto a este asunto son: si alguien ha tenido la certeza de cuál es el camino verdadero, pero sigue pudiendo rechazar a Dios conscientemente y con una mente clara, y distanciarse de Él, Dios bloqueará el camino a su salvación, y la puerta del reino se cerrará para ellos desde ese momento. Cuando esta persona venga a llamar una vez más, Dios no le abrirá de nuevo. La dejará fuera para siempre. Quizás algunos de vosotros hayáis leído la historia de Moisés en la Biblia. Después de que Dios lo ungiese, los 250 líderes no estaban satisfechos con él por sus actos y otras razones diversas. ¿A quién se negaron a obedecer? No fue a Moisés. Se negaron a obedecer las disposiciones de Dios, Su obra respecto a este asunto. Dijeron lo siguiente: “¡Vosotros os hacéis cargo de demasiadas cosas! Viendo que toda la congregación es santa, cada uno de ellos, y que Jehová está entre ellos…”. A los ojos del hombre, ¿son graves estas palabras? ¡No lo son! Al menos su significado literal no lo es. En un sentido legal, no quebrantan ley alguna, porque en apariencia no es un lenguaje, o un vocabulario, hostil, y mucho menos tiene un significado blasfemo. Sólo es una frase corriente, nada más. ¿Por qué desatan entonces semejante furia en Dios? Es porque no van dirigidas a personas, sino a Dios. La actitud y el carácter que expresan son precisamente lo que ofende el carácter de Dios, sobre todo aquello del carácter de Dios que no se debe ofender. Todos conocemos el desenlace final. Respecto a quienes abandonaron a Dios, ¿cuál es su punto de vista? ¿Cuál es su actitud? ¿Y por qué conducen a que Dios lidie con ellos de semejante forma? La razón es que saben claramente que Él es Dios pero siguen eligiendo traicionarlo. Por eso se les despoja por completo de su oportunidad de salvación. Como expresa la Biblia: “Ya que si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, no hay más sacrificio por los pecados”. ¿Os queda esto claro ahora?

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

martes, 9 de marzo de 2021

Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"

 Palabras diarias de Dios | Fragmento 25 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"

Dios hice abrigos de pieles para Adán y Eva

(Génesis 3:20-21) Y Adán dio a su esposa el nombre de Eva, porque ella era la madre de todo ser viviente. Jehová Dios también hizo abrigos de pieles para Adán y su esposa y los vistió.

En esta imagen de “Jehová Dios también hizo abrigos de pieles para Adán y su esposa y los vistió”, ¿qué tipo de papel desempeña Él cuando está con Adán y Eva? ¿Bajo qué tipo de papel aparece Dios en un mundo de tan sólo dos seres humanos? ¿Como Dios? Hermanos y hermanas de Hong Kong, por favor responded. En el papel de padre o madre. Hermanos y hermanas de Corea del Sur, ¿en qué tipo de papel pensáis que aparece Dios? Cabeza de la familia. Hermanos y hermanas de Taiwán, ¿qué pensáis? El papel de alguien de la familia de Adán y Eva, de un familiar. Algunos de vosotros pensáis que Dios aparece como un familiar de Adán y Eva, mientras otros dicen que lo hace como cabeza de la familia y otros que como padre o madre. Todas estas respuestas son muy apropiadas. ¿Pero, adónde quiero llegar? Dios creó a estas dos personas y las trató como Sus compañeras. Como único familiar, Él cuidaba de su vida y de sus necesidades básicas. Aquí, Dios aparece como padre o madre de Adán y Eva, y mientras lo hace, el hombre no ve cuán elevado es Dios; no perciba Su supremacía primordial, Su misterio, y especialmente Su ira o majestad. Lo único que ve es la humildad de Dios, Su afecto, Su preocupación por el hombre y Su responsabilidad y cuidado hacia él. La actitud y la forma de Dios en que trataba a Adán y Eva son parecidas a la manera como los padres humanos muestran su preocupación por sus propios hijos. También es la forma como los padres humanos aman, cuidan y se ocupan de sus propios hijos e hijas, de una forma real, visible y tangible. En lugar de ponerse en una posición elevada y poderosa, Dios usó personalmente las pieles para confeccionar ropa para el hombre. No importa si este abrigo de piel se usó para cubrir su modestia o para protegerlos del frío. En pocas palabras, Dios hizo personalmente con Sus propias manos esta ropa, para cubrir el cuerpo del hombre. En vez de realizarlo sencillamente por medio del pensamiento o de métodos milagrosos como las personas imaginan, Él había hecho, justificadamente, algo que según el hombre Dios no podía o no debía hacer. Esto puede ser algo tan simple que algunos no considerarían digno de mencionar ni de pensar en ello; sin embargo, también permite que todos los que siguen a Dios, y estaban antes llenos de vagas ideas sobre Él, adquieran una percepción de Su autenticidad y Su hermosura, y vean Su naturaleza fiel y humilde. Hace que aquellos que son insufriblemente arrogantes, y se creen elevadas y poderosas, inclinen avergonzados su engreída cabeza ante la autenticidad y la humildad de Dios; estas permiten aquí, además, que se vea cuán digno de amor es Él. En cambio, en el corazón de las personas, el Dios inmenso, digno de ser amado y omnipotente es muy pequeño, poco atractivo e incapaz de resistir un solo golpe. Cuando lees este versículo y oyes esta historia, ¿contemplas a Dios con desprecio por hacer algo así? Algunas personas podrían hacerlo, pero otras reaccionarán del modo contrario. Pensarán que Dios es genuino y digno de amor, y que son precisamente la autenticidad y la hermosura de Dios lo que las conmueve. Cuanto más ven el lado real de Dios, mejor pueden apreciar la verdadera existencia de Su amor, la importancia de Dios en sus corazones, y cómo Él está a su lado en todo momento.

En este punto deberíamos vincular nuestra exposición al presente. Si Dios pudo hacer estas diversas y pequeñas cosas por los humanos que creó al principio, y hasta algunas en que nadie se atrevería nunca a pensar o esperar, ¿podría Dios hacerlas para las personas de hoy? Algunos dicen: “¡Sí!”. ¿Por qué? Porque Su esencia y Su atractivo no son falsos. Porque la esencia de Dios existe realmente y no es algo añadido por otros, y sin duda tampoco se modifica con los cambios en el espacio, el tiempo y las eras. La autenticidad y la hermosura de Dios verdaderamente pueden destacar, realizando algo que para las personas sea poco destacable e insignificante, algo tan pequeño que ni siquiera piensan que Él pueda hacerlo. Dios no es pretencioso. No hay exageración, engaño, soberbia, o arrogancia en Su carácter y esencia. Él nunca alardea, sino que ama, muestra preocupación por los seres humanos a los que creó con fidelidad y sinceridad; los cuida y los dirige. Sin importar cuánto de esto puedan apreciar, sentir o ver las personas, Dios está realmente haciendo estas cosas. Saber que la esencia de Dios es así ¿afectaría al amor de las personas hacia Dios? ¿Tendría algún efecto sobre su temor de Él? Espero que cuando entiendas el lado real de Dios te acerques más a Él y seas capaz de apreciar, de forma más patente, Su amor y Su preocupación por la humanidad, y que al mismo tiempo le entregues también tu corazón y dejes de albergar sospechas o dudas hacia Él. Dios lo está haciendo todo para el hombre con discreción, en silencio, por medio de Su sinceridad, Su fidelidad y Su amor. Pero nunca siente temor ni pesar por nada de lo que hace ni necesita que nadie le devuelva nada de ninguna forma, ni tiene intenciones de obtener nada de la humanidad. El único propósito en todo lo que ha hecho es poder recibir la fe y el amor sinceros de la humanidad.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

Música cristiana 2021 | ¿Pueden aquellos que no aceptan la nueva obra del Espíritu Santo ver la aparición de Dios?

 Música cristiana 2021 | ¿Pueden aquellos que no aceptan la nueva obra del Espíritu Santo ver la aparición de Dios?
I
Hasta que Su obra de gestión termine,
la obra de Dios no cesará.
Él siempre ha estado ocupado.
Dios nunca se ha detenido, pero el hombre es diferente.
II
Al obtener solo un poco de la obra del Espíritu,
él la trata como si nunca pudiera cambiar.
Al obtener solo un poco de conocimiento,
no sigue los pasos de Dios a la nueva obra.
III
Al saber poco de la obra de Dios, no puede evitar creer
que Dios siempre será de la forma que ha sido.
Al tener la certeza de una etapa de la obra,
el hombre no acepta la nueva obra,
sin importar quién la proclame.
La nueva obra no pueden aceptar.
Son personas muy conservadoras.
No pueden aceptar nuevas cosas.
Creen en Dios, pero lo rechazan.
Solo los que siguen los pasos del Cordero
hasta el final obtendrán la bendición,
pero los que pierden el camino antes del final,
pero creen que han ganado todo
son incapaces de ver la aparición de Dios.
IV
Interrumpen la nueva obra sin una buena razón,
y siguen creyendo que Dios los llevará al cielo.
Se atienen a la Biblia,
pero sus palabras y actos son horribles,
porque son deshonestos, hacen el mal,
y se oponen a la obra del Espíritu.
V
No siguen el ritmo de la obra del Espíritu Santo,
se aferran a la antigua obra.
Son desleales, se oponen a Dios,
y serán castigados.
¿Acaso hay alguien más lamentable?
Solo los que siguen los pasos del Cordero
hasta el final obtendrán la bendición,
pero los que pierden el camino antes del final,
pero creen que han ganado todo
son incapaces de ver la aparición de Dios.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!

lunes, 8 de marzo de 2021

Palabras diarias de Dios | Fragmento 36 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

 Palabras diarias de Dios | Fragmento 36 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II"

Dios debe destruir Sodoma

Génesis 18:26 Y Jehová dijo: Si encuentro en Sodoma cincuenta justos en la ciudad, salvaré todo el lugar por el bien de ellos.

Génesis 18:29 Y volvió a hablarle otra vez, y dijo: Tal vez puedan haber cuarenta ahí. Y Él dijo: No lo haré.

Génesis 18:30 Y le dijo: Tal vez puedan haber treinta ahí. Y Él dijo: No lo haré.

Génesis 18:31 Y dijo: Tal vez puedan haber veinte ahí. Y Él dijo: No la destruiré.

Génesis 18:32 Y dijo: Tal vez puedan haber diez ahí. Y Él dijo: No la destruiré.

Dios sólo se preocupa de aquellos que son capaces de obedecer Sus palabras y seguir Sus mandatos

Los pasajes anteriores contienen varias palabras clave: números. Primero, Jehová dijo que si encontraba cincuenta justos en la ciudad, la salvaría; es decir, que no destruiría la ciudad. ¿Había cincuenta justos en Sodoma? No. Poco después, ¿qué le señaló Abraham a Dios? Dijo: Tal vez puedan haber cuarenta ahí. Y Dios dijo: No lo haré. Después, Abraham sugirió: ¿Tal vez puedan haber treinta ahí? Y Dios dijo: No lo haré. ¿Quizás veinte? No lo haré. ¿Diez? No lo haré. ¿Había realmente diez justos en la ciudad? No había diez, sino uno. ¿Y quién era ese uno? Era Lot. En aquel momento, sólo había una persona justa en Sodoma; ¿pero fue Dios muy estricto o riguroso cuando se llegó a este número? ¡No, no lo fue! Y así, el hombre siguió preguntando, “¿y si hay cuarenta?”, “¿y si hay treinta?”, hasta que llegó a “¿y si hay diez?”. Dios dijo: “Aunque sólo hubieran diez, no destruiría la ciudad; la salvaría, y perdonaría a las demás personas ajenas a estas diez”. Diez habría sido bastante lamentable, pero resultó que, en realidad, ni siquiera había ese número de personas justas en Sodoma. Ves, por tanto, que a los ojos de Dios, el pecado y la maldad de los habitantes de la ciudad eran tales que Él no tuvo otra elección, sino destruirlos. ¿Qué quería decir Dios con que no destruiría la ciudad si hubiera cincuenta justos? Estas cifras no eran importantes para Dios. Lo relevante era si la ciudad contenía o no los justos que Él quería. Con que sólo hubiese una sola persona justa, Dios no permitiría que sufriera daños por Su destrucción de la ciudad. Esto significa que, tanto si Dios fuera a destruir la ciudad como si no, e independientemente de cuántos  justos  hubiera en ella, para Dios esta ciudad pecadora era maldita y abominable, y debía ser destruida, desaparecer de los ojos de Dios, mientras que los justos debían permanecer. Independientemente de la era, de la etapa del desarrollo de la humanidad, la actitud de Dios no cambia: Él odia el mal, y se preocupa por quienes son justos a Sus ojos. Esta clara actitud de Dios es también la revelación real de Su esencia. Como sólo había una persona justa en la ciudad, Dios no dudó más. El resultado final fue que Sodoma sería inevitablemente destruida. ¿Qué veis en esto? En aquella época, Dios no destruiría una ciudad si había cincuenta justos en ella, o incluso diez; esto significa que Dios decidiría perdonar y ser tolerante con la humanidad, o realizaría la obra de dirección, por unas pocas personas capaces de venerarlo y adorarlo. Dios da mucho valor a las acciones justas del hombre, Él da mucho valor a aquellos que son capaces de adorarlo y a aquellos capaces de hacer buenas obras delante de Él.

Desde los tiempos antiguos hasta hoy, ¿habéis leído alguna vez en la Biblia que Dios comunicara la verdad, o le hablara a alguna persona sobre Su camino? No, nunca. Las palabras de Dios dirigidas al hombre, que leemos, les señalaban a las personas lo que debían hacer. Algunos fueron y lo hicieron, otros no; algunos creyeron, otros no. Es todo lo que había. Por tanto, los justos de aquella época —los que eran justos a los ojos de Dios— eran simplemente los que podían oír las palabras de Dios y seguir Sus mandatos. Eran siervos que llevaban a cabo las palabras de Dios entre los hombres. ¿Podían definirse estas personas como los que conocen a Dios? ¿Se les podía catalogar de personas perfeccionadas por Dios? No. Y así, independientemente de su número, a los ojos de Dios, ¿eran estos justos dignos de ser llamados confidentes de Dios? ¿Se les podía denominar testigos de Dios? ¡Indudablemente, no! Sin duda no eran dignos de ser llamados confidentes y testigos de Dios. Entonces, ¿cómo los llamó Dios? En la Biblia, hasta en los pasajes de la escritura que acabamos de leer, existen muchos ejemplos en los que Dios los define como “Mi siervo”. Es decir que, en ese momento, a los ojos de Dios estas personas justas eran Sus siervos, las personas que le servían sobre la tierra. ¿Y cómo se le ocurrió a Dios este apelativo? ¿Por qué los llamó así? ¿Tiene Dios estándares por los cuales define a las personas en Su corazón? Sin duda los tiene. Él tiene estándares, independientemente de si llama a las personas justas, perfectas, rectas, o siervos. Cuando cataloga a alguien como Su siervo, cree firmemente que esta persona es capaz de recibir a Sus mensajeros, de seguir Sus mandatos, y que puede llevar a cabo lo que mandan los enviados. ¿Y qué lleva a cabo esta persona? Lo que Dios le ordena hacer y llevar a cabo al hombre en la tierra. En ese momento, ¿podía llamarse camino de Dios a lo que Él le pedía al hombre que hiciera y llevara a cabo en la tierra? No. Porque en esa época, Él sólo pedía que el hombre realizara unas pocas cosas simples; pronunciaba unos pocos mandatos sencillos en los que le pedía al hombre tan sólo que hiciera esto o aquello, y nada más. Dios estaba obrando según Su plan, porque en esa época todavía no estaban presentes muchas condiciones, el tiempo no estaba aún maduro, y a la humanidad le resultaba difícil mantenerse firme en el camino de Dios, pues todavía debía empezar a emanar de Su corazón. Dios vio a las personas justas de las que habló, a quienes vemos aquí —bien sea treinta o veinte— como Sus siervos. Cuando los mensajeros de Dios vinieran a estos siervos, serían capaces de recibirlos, de seguir sus mandatos, y de actuar según sus palabras. Esto era precisamente lo que deberían hacer y alcanzar los siervos a los ojos de Dios. Él es juicioso en Sus apelativos para las personas. No las llamó Sus siervos porque fueran como vosotros sois ahora —porque hubieran oído mucha predicación, supieran lo que Dios iba a hacer, entendieran mucho de la voluntad de Dios y comprendieran Su plan de gestión—, sino porque su humanidad era sincera y eran capaces de cumplir las palabras de Dios; cuando Él les mandaba, ellos podían dejar de lado lo que estuviesen haciendo y llevar a cabo lo que Él había ordenado. Y así, para Dios, el otro nivel de significado en el título de siervo es que colaboraran con Su obra en la tierra; aunque no eran los mensajeros de Dios, eran los ejecutores y los implementadores de Sus palabras en la tierra. Veis, pues, que estos siervos o personas justas tenían un gran peso en el corazón de Dios. La obra en la que Él iba a embarcarse en la tierra no podía existir sin personas que cooperaran con Él, y el papel desempeñado por Sus siervos era irreemplazable por Sus mensajeros. Cada tarea que Dios ordenaba a Sus siervos tenía una gran importancia para Él y, por ello, no podía perderlos. Sin la cooperación de estos sirvientes con Dios, Su obra entre la humanidad habría quedado paralizada, con la consecuencia de que el plan de gestión de Dios y Sus esperanzas habrían quedado en nada.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de Messenger! Esperamos su llegada!