Deberías conocer lo que hay dentro de ti:
si tienes un registro de dolor por Dios,
si hay verdadera fe y lealtad en ti,
si te has sometido por completo a Dios.
Si dices “no” a todo lo anterior,
si descubres que careces de todo eso,
sigue existiendo en ti desobediencia
y engaño, codicia y queja también.
Ya que tu corazón no es honesto,
nunca has vivido en la luz,
significa que nunca has recibido
el reconocimiento de Dios.
Hay dos cosas que definen al final
cómo el destino de uno será:
si tu corazón es honesto y rojo vivo,
y si tienes dentro un alma pura.
II
Si eres alguien muy deshonesto,
de alma sucia o con malicia en el corazón,
está escrito en el registro de tu destino
que irás al lugar donde hay castigo.
Si afirmas que eres muy honesto,
pero tus acciones no son según la verdad,
ni puedes pronunciar una palabra de verdad,
¿acaso esperas que te recompense Dios?
¿Acaso esperas que Dios te considere
como la niña de Sus ojos?
¿Acaso no es absurdo
que tengas este pensamiento?
Hay dos cosas que definen al final
cómo el destino de uno será:
si tu corazón es honesto y rojo vivo,
y si tienes dentro un alma pura.
III
Si siempre engañas a Dios,
si tus manos sucias están,
¿cómo podría la casa de Dios
dar cabida a alguien como tú?
Hay dos cosas que definen al final
cómo el destino de uno será:
si tu corazón es honesto y rojo vivo,
y si tienes dentro un alma pura.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”