Hace dos mil años, cuando el Señor Jesús realizó Su obra, los fariseos la condenaron con el pretexto de defender la Escritura. Incluso juzgaron al Señor Jesús como hijo de un carpintero e hicieron todo lo posible por impedir que los creyentes lo siguieran.
Al final crucificaron al Señor Jesús. En los últimos días, el Señor Jesús ha regresado para obrar y hablar. De igual modo, los pastores y ancianos de los círculos religiosos utilizan la Biblia para condenar la obra de Dios e igualmente lo condenan a Él como una persona corriente. Hacen todo lo posible por entorpecer la aceptación del camino verdadero por parte de los creyentes. Es increíble que la historia se repita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario